Gaceta Parlamentaria, año XXVIII, número 6872-III-3, martes 9 de septiembre de 2025
Con motivo del 31 de agosto, conmemoración por los 150 años de la fundación del municipio de Texcoco, Estado de México, a cargo del diputado Jesús Martín Cuanalo Araujo, del Grupo Parlamentario del PVEM
Conmemoración de la fundación del municipio de Texcoco, Estado de México
Hoy 31 de agosto, conmemoramos los 150 años de la fundación del municipio de Texcoco, formalizada en 1875. En aquel acto, el Congreso del Estado de México dio a esta región su propio ayuntamiento y abrió una nueva etapa de organización y progreso para su gente.
Texcoco tiene profunda riqueza histórica, cultural, gastronómica y ambiental. Esta tierra cuenta con el gran valor de su población, compuesta tanto de comunidades originarias, como de las familias tradicionales asentadas desde hace mucho tiempo y un gran número de personas que a lo largo de su historia se han quedado ahí, gracias a su encanto y a la posición geográfica privilegiada, a unos cuantos kilómetros de la capital del país.
En la época prehispánica, Texcoco fue capital del señorío de Acolhuacan y uno de los grandes centros del México antiguo, de gran relevancia política, militar y cultural. Bajo el liderazgo del rey poeta Nezahualcóyotl, florecieron la ciencia, la cultura, el arte, y un profundo respeto a la naturaleza. Gracias a la Triple Alianza, tuvo influencia en Mesoamérica, siendo así un punto clave para la administración y expansión de lo que hoy es el Valle de México.
Durante la Conquista, Texcoco jugó un papel estratégico al aliarse con Hernán Cortés para la toma de Tenochtitlán. Aquí se fundó la primera escuela evangelista para la enseñanza del catecismo en náhuatl y español, impulsada por frailes franciscanos y una de las primeras catedrales de la Nueva España, construida sobre vestigios prehispánicos.
Desde su fundación en 1875, es un importante centro regional laboral, comercial, financiero y escolar, que mantiene una estrecha relación con los municipios que en conjunto forman parte de la riqueza y belleza de esta zona del Estado de México.
En Texcoco aún hay campo y montañas. Se siembra el campo, con maíz, granos, hortalizas y flores, mismas con las que se hacen adornos únicos en las en iglesias de siglos de antigüedad. Es uno de los últimos bastiones verdes del oriente de la entidad, gracias a que las comunidades originarias preservan el bosque de la Sierra Monte Tláloc, que brinda un paisaje hermoso y servicios ambientales invaluables a toda la región.
Y qué decir de la gastronomía típica, como el pulque, la famosísima y única barbacoa y las tortillas y tlacoyos hechos de una mezcla de maíz y trigo en la zona de la montaña.
Con orgullo, las comunidades indígenas cuentan con la tradición de las bandas de música sinfónica, que alegran las festividades locales y que también son representadas dignamente con directores y músicos en orquestas de México y el mundo. Hermoso legado cultural, junto con las artesanías y alfarería que aún laboran manos texcocanas.
Es también polo científico y educativo. Escuelas de todos los niveles y universidades acogen a jóvenes estudiantes de toda la región, pero además los más grandes centros de investigación y enseñanza agropecuaria y forestal están en este municipio, tal es el caso del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el Colegio de Postgraduados y mi alma mater, la Universidad Autónoma Chapingo, la universidad número uno en enseñanza del campo y la más hermosa de todas las escuelas.
Por último, no olvidemos la tradicional Feria del Caballo, los esperamos cada marzo para que vivan de primera mano nuestras tradiciones y gastronomía.
Texcoco es cuna de gente honrada y trabajadora, es centro de arte, cultura y educación. Es historia, es tradiciones, es ciudad, es campo, es bosque, es montaña. Es el reflejo de un pueblo que con orgullo preserva su esencia, su naturaleza y abre las puertas a México y al mundo.
¡Que viva Texcoco!
¡Que viva el Estado de México!
¡Que viva México!
Palacio Legislativo de San Lázaro, a 9 de septiembre de 2025.
Diputado Jesús Martín Cuanalo Araujo (rúbrica)