Honorable Asamblea:
Invitada en mi calidad de Presidenta de la Cámara de Diputados y como informé oportunamente en la sesión del 4 de septiembre del 2001, asistí a algunos de los eventos de la gira del C. Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Lic. Vicente Fox Quesada, con motivo de la visita de Estado que realizó a los Estados Unidos de América, los días 4, 5, 6 y 7 de septiembre del 2001.
Con Estados Unidos de América, México comparte una extensa frontera, y el país realiza más del 80 por ciento de sus intercambios comerciales con ellos. Millones de compatriotas han ido del otro lado del Río Bravo en busca de mejor futuro para sus familias; muchos de ellos decidieron quedarse allá y hoy buscan los mecanismos para regularizar su situación migratoria. Es pues la relación bilateral México-Estados Unidos una de las más intensas -si no es que la más intensa- que se conozca en el mundo. Por ello, los asuntos que en el marco de la Visita de Estado se trataron son de la mayor importancia para el país.
Las visitas de trabajo parlamentarias contribuyen al fortalecimiento de las relaciones internacionales de México; fue de mi convicción política el que era pertinente la presencia de la Presidencia de la Cámara de Diputados en esta gira, habida cuenta de que era de mi conocimiento se iba a tratar el tema migratorio, y dado el interés de los legisladores de diversas fracciones de la Cámara de que exista un trato justo, respetuoso de los derechos humanos y de formalización de oportunidades para los trabajadores migratorios mexicanos.
Cabe destacar que durante la visita se firmaron los documentos que amparan dos préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo para el Proyecto de Apoyo a Pequeños Agricultores a través de Procampo y el Programa de Financiamiento a la Vivienda, por 500 y 505 millones de dólares, respectivamente.
Atentamente
Dip. Beatriz Paredes Rangel (rúbrica)
VERSION ESTENOGRAFICA DE LAS PALABRAS DEL PRESIDENTE VICENTE FOX QUESADA AL AGRADECER LA BIENVENIDA QUE ESTA MAÑANA LE DIO EL EXCELENTISIMO SEÑOR GEORGE W. BUSH, PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, EN LOS JARDINES DE LA CASA BLANCA, EN ESTA CIUDAD
Washington, D.C., 5 de septiembre de 2001.
Señor Presidente George Bush; Señora Laura Welch Bush; Señores y señoras; Amigas y amigos:
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento por esta cálida recepción y presentar a usted -señor Presidente- y al pueblo de los Estados Unidos, el saludo fraterno, cariñoso y solidario del pueblo de México. Es un gran honor para mí encontrarme de nuevo en esta gran nación y tener el privilegio de disfrutar de su hospitalidad.
Llego hoy a Washington como Presidente de un México democrático, de un México resuelto a transformarse en una Nación próspera, segura, abierta al mundo; una Nación pujante y dinámica que busca no sólo estrechar sus lazos de amistad con los demás países, sino que también está resuelta a jugar un papel más activo en la conformación de la nueva arquitectura internacional.
Con toda convicción he dicho, en varias ocasiones, que nuestras dos naciones viven actualmente una era única en la historia de nuestras relaciones: una era plena de retos -que debemos enfrentar unidos- y de oportunidades que podemos aprovechar juntos, pues sólo de esta manera seremos capaces de hacer realidad esa zona de prosperidad compartida que México y Estados Unidos están construyendo, junto con Canadá, en toda América del Norte.
Tenemos un comercio intenso. Hoy México compra a los Estados Unidos más productos y servicios que España, Alemania, Francia e Italia juntos.
Compartimos la frontera más dinámica del mundo, los contactos entre las ciudades y los estados fronterizos son crecientes y diversos y nuestras sociedades mantienen vínculos cada vez más estrechos y amistosos.
Queremos partir de todo ello para afianzar nuestros vínculos económicos, dando solución duradera y mutuamente beneficiosa a los desafíos que de manera natural sobrevienen en una relación tan compleja y dinámica como la nuestra.
Queremos consolidar nuestro intercambio cultural y educativo, conscientes de la riqueza de nuestras tradiciones, dando especial importancia al intercambio científico, tecnológico e informático.
Por supuesto también deseamos fortalecer en todos sentidos nuestra cooperación y tarea en el combate al narcotráfico y el crimen organizado.
Queremos continuar avanzado hacia el establecimiento de un acuerdo migratorio que nos beneficie mutuamente, que reconozca antes que nada el valor de los migrantes como personas y como trabajadores, cuya ardua labor contribuye cotidianamente a la prosperidad de esta gran nación.
Ha llegado la hora de dar a los migrantes y a sus comunidades el lugar que les corresponde en la historia de nuestras relaciones bilaterales. Ambos países les debemos mucho.
Ambos podemos construir, trabajando juntos, nuevas condiciones de equidad para ellos, así como de desarrollo y prosperidad para nuestras dos naciones.
Por ello debemos y podemos llegar a un acuerdo migratorio antes de fin de este mismo año, que nos permita antes de que terminen nuestros mandatos que no haya para entonces mexicanos indocumentados en Estados Unidos, y que aquellos mexicanos que ingresen a este gran país lo hagan con papeles.
Señor Presidente:
Los valores que compartimos y los intereses que nos vinculan, deben reafirmar nuestro empeño por hacer de la relación entre México y Estados Unidos, un ejemplo de prosperidad y entendimiento.
Y esto sólo será posible si estamos dispuestos a fortalecer la confianza entre nuestras naciones, pues sólo mediante la confianza, podremos alcanzar las metas que nos hemos trazado.
Defendamos juntos los valores de la democracia y del respeto a los derechos humanos en nuestra región y en el mundo, entendamos el libre comercio como motor del crecimiento económico y fuente de un mejor nivel de vida para nuestras poblaciones, concibamos el desarrollo con justicia como una forma incluyente de prosperidad, hagamos del derecho y del respeto a la ley el marco indispensable del que depende la libertad y la seguridad de nuestros ciudadanos.
Avancemos juntos por la senda de la prosperidad con paso seguro y firme, como socios, como amigos, recordando aquella sentencia de Benjamin Franklin: "Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano".
Señor Presidente; Amigo mío:
Usted me hizo el honor de visitarme en mi casa, en México; hoy me siento muy honrado de ser recibido aquí, en la Casa Blanca.
Muchas gracias.
VERSION ESTENOGRAFICA DE LOS MENSAJES DE LOS PRESIDENTES GEORGE W. BUSH Y VICENTE FOX QUESADA, AL TERMINO DE LA REUNION AMPLIADA DE LA COMISION BINACIONAL MEXICO-ESTADOS UNIDOS, REALIZADA EN EL SALON DEL GABINETE DE LA CASA BLANCA, EN ESTA CIUDAD
Washington, D.C., 5 de septiembre de 2001.
(Interpretación del inglés al español)
-Presidente George W. Bush: Señor Presidente, primero quiero presentarle a muchos de los miembros de la prensa: buenos americanos.
Hemos tenido una reunión extraordinaria. No solamente nos reunimos el Presidente y yo en la Oficina Oval para continuar hablando sobre asuntos sumamente importantes relacionados con nuestros dos países, sino que también tuvimos una Junta conjunta de Gabinete.
Pienso que esta es la primera sesión conjunta entre el Gobierno Mexicano y el Gobierno de Estados Unidos, o entre los Gobiernos de cualquier país. En ella, hemos recibido informes de nuestros respectivos Gabinetes sobre cuestiones de la delincuencia, la energía, asuntos del agua, la migración, así como sobre política exterior dentro de la región.
Me he dado cuenta de que el espíritu de cooperación nunca ha sido más fuerte, pues no sólo el Presidente y yo nos consideramos amigos, sino que nuestros funcionarios de Gabinete ahora se conocen a nivel personal y el diálogo también es sumamente importante.
Nuestra relación con México es una relación increíblemente importante. Se trata de una relación donde hay mucha oportunidad, así como también muchos problemas y, para resolverlos y poder aprovechar estas oportunidades, es importante tener discusiones a todos niveles entre ambos Gobiernos. Esto es lo que hemos estado haciendo.
Presidente:
Me da mucho gusto que usted esté aquí, esta es la primera Visita de Estado que tengo desde que soy Presidente. No puedo imaginarme de una mejor visita ni de una mejor forma de culminar esta mañana, que teniendo deliberaciones entre el muy hábil equipo que usted ha organizado y el hábil equipo que yo he organizado. Muchas gracias.
-Presidente Vicente Fox: Pienso que hay muchas expectativas de esta Visita de Estado a Estados Unidos.
Nos sentimos muy complacidos y honrados de poder estar aquí, especialmente para poder presenciar los esfuerzos, la cantidad de trabajos y de logros que hemos tenido desde que usted estuvo en México.
Como se mencionó aquí, el ambiente es el correcto. Es un ambiente de profesionalismo, es un ambiente de discusiones francas y abiertas, es un ambiente de productividad el que tenemos aquí hoy.
Se mencionó que hoy tenemos un contacto cotidiano entre casi todos los equipos de trabajo que están haciendo el trabajo tras bambalinas, por así decirlo.
Me siento sumamente satisfecho por todo lo que hemos estado escuchando hoy sobre el trabajo que se ha estado haciendo en los últimos seis meses. Esto implica obviamente muchísimo avance y claramente un avance en la filosofía de confianza que ahora estamos consolidando y que está en todo el proceso y constituye también los cimientos para las acciones, las deliberaciones, las discusiones, las conclusiones y decisiones que se están tomando durante todo este proceso.
Por lo tanto, hoy reafirmamos que esta amistad, esta fuerte relación construida entre México y Estados Unidos, ahora está llegando a ser muy productiva y sabemos que seguirá siendo así en cada uno de los temas que hemos discutido.
Muchas gracias, gracias a todos.
-Presidente Vicente Fox: (Habló en español) Sólo comentar -en español, para la prensa mexicana- que hoy es un día de gran satisfacción por lo que vemos que se está construyendo y avanzando en esta relación entre los Estados Unidos y México y entre sus respectivos equipos de Gobierno, hay mucho trabajo detrás que se ha realizado en los últimos seis meses. Hay un ambiente totalmente constructivo, profesional y serio para avanzar en esta relación.
Se ha mencionado aquí, inclusive, que ya se dan los contactos diariamente sobre las distintas materias entre las contrapartes en cualquiera de los temas. Así es que esto es un trabajo de equipo que avanza y que ya está dando frutos y resultados a estas alturas.
Yo hago votos porque sigan estas mismas condiciones en el resto del proceso que nos falta, en los muchos retos que tenemos por enfrente. Pero si éstos los enfrentamos a partir de confianza mutua y los enfrentamos con trabajo serio y profesional, iremos avanzando y entregando resultados a nuestros ciudadanos en ambos países, en las próximas semanas, meses y años.
Gracias.
VERSION ESTENOGRAFICA DE LAS PALABRAS DEL PRESIDENTE VICENTE FOX QUESADA DURANTE EL ALMUERZO QUE EN SU HONOR Y EN EL DE SU ESPOSA, SEÑORA MARTA SAHAGUN DE FOX, HOY LES OFRECIERON EL SEÑOR COLIN L. POWELL, SECRETARIO DE ESTADO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA Y SU ESPOSA ALMA VIVIAN POWELL, EN EL SALON "BENJAMIN FRANKLIN", DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO, EN ESTA CIUDAD
Washington, D.C., 5 de septiembre de 2001.
Seremos breves, pero a la vez obligados a brindar junto con todos ustedes por las muchas cosas buenas que están ocurriendo.
Parece que fue ayer, hace sólo nueve meses que nos reunimos en el Rancho San Cristóbal, en Guanajuato, México, el Presidente Bush, su servidor, ambos con nuestros respectivos equipos de trabajo.
Dos administraciones nuevas en nuestros respectivos países, que hemos tenido que hacer nuestro gran esfuerzo para instalarnos en el Gobierno, para mantener activo y dinámico el Gobierno, para transitar en los cambios hacia el siglo XXI y hacia el futuro.
Y nos hemos dado tiempo para algo muy importante, muy estratégico, que es la relación entre los Estados Unidos y México, y que es la visión estratégica de fortalecer al territorio de Norteamérica en esta asociación para el progreso y la prosperidad que hemos definido como el Driving Force, como la fuerza conductora de nuestra relación.
El ambiente y la confianza están en su más alto nivel, en la relación no sólo de país a país, no sólo de Presidente a Presidente, sino de equipo profesional de trabajo a equipo profesional de trabajo.
Los frutos ya están a la vista, pero además los frutos vendrán con mayor abundancia por lo que se está sembrando día con día. La relación es diaria, la relación es profunda, la relación es productiva.
Pero aquí vengo a hacer un reconocimiento personal, presidencial, y a nombre de todo México, al liderazgo del Secretario de Estado Colin Powell. Sin su energía, sin su visión, sin su dedicación, sin su pasión, no estarían sucediendo las cosas que están sucediendo, cosas muy especiales en esta relación.
Si el tema es migración, con quién mejor platicar, escuchar, comprometer el avance de este tema, que con un hijo de migrantes a este país.
Brindo por esta alianza, este compromiso por la prosperidad de nuestros pueblos, de nuestros países. Sé que este ejemplo no sólo servirá para que ambos países tengan éxito, sino que este ejemplo servirá para que esta fuerza humanista, esta fuerza de pasión y compromiso mueva también a otros países en el mundo hacia un futuro mejor en este siglo XXI.
Brindo por todos ustedes, brindo por los Estados Unidos,
brindo por México y que Dios los bendiga.
VERSION ESTENOGRAFICA DE LAS PALABRAS DEL PRESIDENTE VICENTE FOX QUESADA, DURANTE LA CEREMONIA EN LA QUE RECIBIO EL PREMIO DE LA NATIONAL ENDOWMENT FOR DEMOCRACY (NED) EN EL CANNON CAUCUS ROOM DEL CAPITOLIO, EN ESTA CIUDAD
Washington, D.C., 5 de septiembre de 2001.
Agradezco a la Fundación Nacional por la Democracia este honor inmerecido.
Para mí, este Premio es un tributo para el pueblo mexicano y no para el que lo recibe. El crédito por la transición pacífica de México hacia un régimen genuinamente democrático, que este Premio honra, solamente pertenece a los ciudadanos de México.
La democracia nace en la gente, la democracia le pertenece a la gente, la democracia empodera a la gente. Sin embargo, no sería justo si no reconociese que esa transición pacífica fue posible y ocurrió debido a la conducta democrática del Partido Revolucionario Institucional y su Presidente el 2 de julio, el Presidente Ernesto Zedillo.
Durante una gran parte de la historia como Nación independiente, México ha luchado para convertirse en una República estable y próspera, con base en principios democráticos y el Estado de Derecho. Esta meta fue difícil de lograr.
Durante el siglo XIX, muchas décadas se perdieron como resultado de disturbios civiles y políticos dentro del país. Debido a la incapacidad de gobiernos sucesivos de traer el orden y la civilidad al país, el progreso económico y aún la seguridad de México siguieron siendo frágiles y hemos pagado muy alto por esa situación.
Luego llegó una muy larga y dura dictadura que duró más de tres décadas, que promovió el progreso económico de México a expensas de su pueblo.
A este régimen autoritario solamente se le puso fin por la fuerza de las armas durante la Revolución Mexicana. De las cenizas de ese movimiento surgió una nueva clase política que buscó cambiar el destino de México, basándose en los ideales y reglas de un gobierno democrático.
Durante 70 años, un partido único fue el que ganaba, por cualquier medio, todas las elecciones presidenciales. La mayoría abrumadora de los escaños en ambas Cámaras del Congreso y casi todas las elecciones estatales y locales también eran ganadas por ese gobierno y por ese partido.
Y aunque yo no quisiera negar el progreso socioeconómico que México logró durante esos años, el hecho es que la pobreza y la desigualdad se diseminaron, la injusticia y la corrupción se diseminaron y socavaron las raíces de nuestra sociedad.
Las elecciones del 2 de julio del año 2000 marcaron el fin de esa era y la transición de un régimen unipartidista hacia una forma democrática de Gobierno que depende de los pesos y contrapesos entre los diferentes Poderes del Gobierno, así como de elecciones libres y justas.
La nueva democracia mexicana fue un esfuerzo colectivo, no fue un logro individual. Se construyó a través de muchos años y por un sinnúmero de personas.
Sin duda alguna los partidos políticos tuvieron el papel principal en este proceso, pero también lo tuvieron los miembros de organizaciones no gubernamentales, así como muchos otros individuos comprometidos con los ideales democráticos.
Los medios masivos de comunicación también fueron cruciales en la defensa de las libertades civiles y en la promoción de valores democráticos.
Y aún algunos miembros de administraciones anteriores, tuvieron una parte importante en el desarrollo de un nuevo sistema electoral que garantizase la justicia para todos.
Pero el crédito mayor debe ser para el pueblo de México, que en julio del año pasado, de forma tranquila, pacífica y entusiasta, abrazó una nueva visión en relación con la vida política de nuestro país.
Sin embargo, a pesar de su importancia, estas elecciones son solamente el primer paso en el proceso de fortalecer nuestras instituciones democráticas. La democracia mexicana es -a la vez- un logro, así como una meta de día a día para nuestra sociedad en general.
Ahora se requiere que no solamente profundicemos los valores que son parte integral de la democracia, sino que también promovamos una forma de desarrollo económico que sirva y beneficie a todos.
La pobreza, la distribución desigual del ingreso y la corrupción son una amenaza contra la democracia. Por tanto, el cambio político se debe traducir en progreso económico tangible, en Estado de Derecho, así como en capital humano.
Mi Gobierno está totalmente consciente de sus responsabilidades sociales y buscará cumplirlas dentro del marco de una gestión económica responsable.
Estamos trabajando para liquidar la corrupción y la impunidad en todo México, estamos conscientes del costo tremendo que estos males han tenido para nuestro país y dedicaremos todo el esfuerzo necesario para erradicarlos.
También deseamos crear las condiciones económicas correctas, con un enfoque humano en este modelo económico para que todo hombre, toda mujer y todo niño en México tenga una oportunidad de desarrollarse plenamente, para desarrollar sus capacidades y habilidades de escoger.
Señoras y señores;
Amigos, amigas:
Me siento muy agradecido por este honor que he aceptado a nombre del pueblo de México, una Nación que ha escogido la vía del Gobierno democrático. Este es un logro que vale la pena celebrar.
Pero sólo cuando los valores y los beneficios del Gobierno democrático hayan llegado a cada rincón de nuestro país, a cada persona y a cada familia, estaremos satisfechos de que la tarea se haya logrado adecuadamente.
No puede ser posible lograr este fin dentro de la vida de una sola administración. Sin embargo, se trata de una causa de satisfacción personal, así como de orgullo nacional el hecho de que nos hayamos embarcado en esta extraordinaria travesía.
Muchas gracias a todos por su presencia, muchas gracias a todas las personas, a las familias y ciudadanos de México puesto que ahora, en este principio de siglo, hemos entrado en el siglo XXI con el pie correcto y no tenemos duda alguna de que México escribirá la historia de éxito y de que México será un ganador exitoso en este siglo XXI.
Muchas gracias.
VERSION ESTENOGRAFICA DE LAS PALABRAS DEL PRESIDENTE VICENTE FOX QUESADA, DURANTE LA CENA DE ESTADO QUE LES OFRECIERON A EL Y A SU ESPOSA, MARTA SAHAGUN DE FOX, EL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, GEORGE W. BUSH, Y SU ESPOSA, LAURA WELCH DE BUSH, EN EL "STATE DINING ROOM" DE LA CASA BLANCA, EN ESTA CIUDAD
Washington, D.C., 5 de septiembre de 2001.
(Interpretación del inglés al español)
Esta noche tenía aquí unas palabras escritas, pero esto es tan caluroso, tan amistoso, tan inspirador que solamente quisiera hablar directamente al Presidente de Estados Unidos, a su esposa, a nuestros amigos.
Estaba recordando que hace cinco años, cuando nos reunimos en la oficina del Gobernador -en Texas- me dio una pelota de beisbol. Eso no se me olvida. No sé cuál fue el propósito.
Quizá usted no veía un futuro para su amigo, por lo menos en la política, pero yo sí vi a una persona que está muy cerca de México, una persona que tiene en su corazón a los mexicanos, a las familias mexicanas. Y por supuesto, también tiene en su corazón a su propia gente, al pueblo de los Estados Unidos.
Posteriormente tuvimos la oportunidad de volver a reunirnos en la Universidad de Texas y ahí hablamos de los planes, hablamos del futuro y una vez más el líder visionario apareció en esa conversación.
Éramos sólo los dos, juntos en esa Universidad; éramos los dos solos y para mí fue muy motivante; y regresé a México a hacer mi trabajo, sabiendo para ese entonces que tenía un amigo. Y luego, volvimos a reunirnos en el Rancho San Cristóbal, el hogar de todos ustedes y el hogar donde una vez más hablamos sobre planes concretos, acciones que tomaríamos, responsabilidades que asumiríamos.
En esa ocasión, una vez más, tuve la certidumbre de que estábamos haciendo compromisos verdaderos, que estábamos trabajando juntos para mejorar la relación entre Estados Unidos y México, así como que estábamos hablando como amigos, como vecinos y como socios que buscan la prosperidad para sus dos naciones.
Ahí también sentí que estaba hablando con un hombre que no sólo se estaba comprometiendo para hacer seguimiento en todo lo que estábamos hablando, sino que estaba hablando con un hombre de palabra y de acción porque de ahí en adelante se ha venido teniendo reunión tras reunión entre nuestros equipos de trabajo, así como comunicaciones y discusiones cotidianas; nuevas ideas presentadas todos los días, así como nuevos pensamientos sobre las familias de nuestras naciones. Todos los días construyendo para el futuro, pero también todos los días haciendo seguimiento para asegurarnos de que las cosas ocurran.
Por lo tanto, no sólo tenemos en común que ambos usamos botas, no sólo tenemos en común que nos gusta descansar en nuestros ranchos, sino que también tenemos en común que nos gusta ver que las cosas sucedan y he aprendido al Presidente Bush como un hombre de acción, como un hombre de palabra y como un hombre de resultados.
Esto es lo que me hace estar seguro, sentirme confiado de que vamos a construir un futuro, de que vamos a dar respuesta a la migración, de que vamos a dar respuesta para enfrentar el crimen organizado a nivel internacional.
Y estoy seguro de que ahora que vamos a desarrollarnos y crecer juntos, de que vamos a enriquecer a nuestras dos sociedades, de que vamos a avanzar exitosamente en el siglo XXI, escribiremos esta historia de éxito que ambos tenemos en nuestra mente no sólo para Estados Unidos, no sólo para México sino que soñamos extender esa historia de éxito en toda América Latina, combatiendo la pobreza, incluyendo a todos en el desarrollo, construyendo el capital humano.
Este es nuestro sueño, esto es algo que vamos a construir y en lo que hemos estado trabajando todos los días, desde que nos conocimos. Por tanto, me siento muy honrado de estar aquí, cerca de mi amigo Jorge. Te deseo lo mejor de lo mejor, te deseo éxito y que Dios los bendiga a todos.
Muchas gracias.
ENCUENTRO CON EL DR. ENRIQUE IGLESIAS, PRESIDENTE DEL BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO. 6 DE SEPTIEMBRE DE 2001
Señor Enrique Iglesias
Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo
Señoras y señores:
Es para mi muy grato visitar una vez más el Banco Interamericano de Desarrollo, y saludar a mi amigo Enrique Iglesias y a las mexicanas y mexicanos, funcionarios de esta institución y demás invitados, para coronar los esfuerzos que han hecho posible estos dos créditos en áreas sociales prioritarias para mi gobierno: campo y vivienda.
La reducción de la pobreza rural es una de las principales preocupaciones de mi administración. Cuando tomé posesión como presidente, siendo yo mismo hombre del campo, me comprometí a buscar que los campesinos pudieran producir más para vivir mejor.
Es precisamente con este propósito que el Gobierno de México y el Banco Interamericano de Desarrollo han trabajado para fortalecer Procampo, que es uno de los principales apoyos que se otorgan al sector rural.
Este programa busca contribuir a dar una solución al problema del campo al entregar los recursos en forma oportuna antes de la siembra. De esta forma el productor tendrá mayor liquidez para comprar semillas, preparar la tierra y estar en mejores condiciones para producir y mejorar, el ingreso familiar.
El programa aprovecha la experiencia del BID en América Latina y el Caribe incluyendo un componente de asistencia técnica dirigido a mejorar el sistema de información geográfica utilizado para dar seguimiento al programa e incorpora medidas para mejorar administración productiva de los recursos naturales de nuestro país.
Estoy cierto que este programa dará los resultados que el gobierno de México y el BID esperan para mejorar las oportunidades de los pequeños agricultores, permitiéndoles acceder a mejores condiciones de vida.
El segundo préstamo que se ha firmado hoy, recoge la, preocupación del gobierno de México por tratar de asegurar que las familias mexicanas tengan la oportunidad de disfrutar una vivienda digna. Es por ello que mi gobierno ha buscado facilitar la expansión del financiamiento formal para vivienda a la población de menores ingresos, de forma tal que tengan acceso a recursos para adquirir o ampliar sus casas.
Con este fin, se conjuntan en esta operación nuevamente el talento, la experiencia y el compromiso del gobierno y del BID, a fin de desarrollar un programa ambicioso e innovador que dará financiamiento a cerca de 60,000 familias de bajos ingresos. Además, el programa pretende fomentar el desarrollo de un mercado secundario de hipotecas para atender a un mayor número de mexicanos.
El programa también apoyara la transformación del fondo de operación y financiamiento bancario a la vivienda (Fovi), dándole la solidez institucional que requiere para desarrollar el programa que nos hemos propuesto. El resultado será una nueva institución que brinde una atención permanente a las demandas de vivienda de las familias mexicanas de menores ingresos.
En estos meses, mi gobierno se ha beneficiado también de la asistencia técnica del banco, lo que ha permitido poner en marcha proyectos semilla desde la Presidencia de la República, para reforzar el impacto de desarrollo y la efectividad de las políticas públicas; así como para crear un nuevo sistema de identificación y seguimiento de indicadores sociales, que nos permita una atención más puntual, a las necesidades básicas de las comunidades en el diseño de los programas, estrategias y políticas nacionales.
Los préstamos que hoy suscribimos representan las primeras operaciones del Banco Interamericano de Desarrollo en apoyo a esta nueva administración, con lo cual reafirma una vez más su compromiso para desarrollar acciones que resulten en el mejoramiento del nivel de vida de la población. Preocupación central de mi administración.
En el futuro seguiremos trabajando con el BID en varias iniciativas: en el sector laboral, programas para fortalecer los proyectos de capacitación laboral como CIMO y Probecat; en la banca social acciones para crear mecanismos novedosos para construir una verdadera banca popular, que permita canalizar los ahorros de los mexicanos en cualquier rincón del país y facilite el envío del dinero de nuestros paisanos radicados en este los Estados Unidos a sus familias en México. Ello también propiciara su utilización productiva en las comunidades de origen. Además llevaremos a cabo esfuerzos para apoyar el desarrollo de los estados y municipios y algunas otras iniciativas que propondremos al BID para la atención de los sectores sociales.
Sin duda, el banco entiende bien a América Latina y el Caribe por lo que estoy seguro que continuará transformándose para atender mejor las prioridades y necesidades de los países de la región.
El BID tiene en su naturaleza la integración de América Latina y el Caribe. Ha sabido mantener encendidas las propuestas que ven en la integración una alternativa concreta para detonar el desarrollo sustentable y duradero en nuestros países. El banco ha estado dispuesto a aportar experiencias, recursos y capacidad de convocatoria para facilitar el desarrollo de lo que quizás es la negociación más ambiciosa y con mayores promesas de bienestar para los países del Area de Libre Comercio de las Américas.
Quién mejor que Enrique para entender el potencial de la integración. Por ello solicitamos su apoyo y experiencia para llevar a buen término el plan Puebla-Panamá. Este plan representa para muchas comunidades una oportunidad real de acceder a mejores condiciones de vida.
Continuaremos trabajando con todos los medios posibles para que con base en un esfuerzo conjunto, corresponsable, y que involucre a todos los niveles de gobierno se sienten bases firmes para lograr un combate frontal a la pobreza, generar mas empleos y mejorar la competitividad de nuestra economía a fin de alcanzar un desarrollo sustentable en beneficio de todas las mexicanas y mexicanos.
Muchas gracias.
VERSION ESTENOGRAFICA DE LAS PALABRAS DEL PRESIDENTE VICENTE FOX QUESADA, DURANTE SU PARTICIPACION EN LA SESION ESPECIAL DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, EN ESTA CIUDAD
Washington, D.C., 6 de septiembre de 2001.
(Interpretación del inglés al español)
Muchas gracias. Estoy seguro de que este aplauso y esta bienvenida tan calurosa, han sido escuchados por cien millones de mexicanos, en cuyo nombre les agradezco a todos ustedes por ser tan amables con nosotros, con México.
(El Presidente dijo lo siguiente en español)
Honorables miembros del Congreso de Estados Unidos de América:
Tengo el alto honor de reunirme con ustedes en esta, la más antigua Asamblea Legislativa del Continente Americano, cuyas deliberaciones tanta influencia han ejercido en la historia no sólo de este país, sino del mundo entero.
Este momento histórico entre nuestras naciones, en que los gobiernos de México y los Estados Unidos hemos resuelto iniciar una nueva era de amistad y cooperación en beneficio de nuestros pueblos.
México y Estados Unidos deseamos conciliar nuestros principios e intereses, así como nuestras tradiciones y aspiraciones. El encuentro entre nuestros países, en este amanecer de un nuevo siglo, puede significar el comienzo de los más prometedores episodios de nuestra historia común.
Mi presencia en este recinto es testimonio de esa voluntad de acercamiento entre nuestras naciones. Mexicanos, mexicanas, estadounidenses, hombres y mujeres deseamos con toda firmeza establecer una nueva relación, una relación madura, plena y equitativa, basada en la confianza mutua. ¡Confianza!, ¡trust!
(Interpretación del inglés al español)
Honorables Miembros del Congreso de los Estados Unidos:
Vengo ante ustedes -hoy- con un mensaje sencillo: la confianza, que necesita ser el elemento clave de nuestra nueva relación.
Estoy consciente que para muchos estadounidenses, así como para muchos mexicanos, la idea de confiar en su vecino puede parecer riesgosa e incluso hasta poco sabia.
Estoy seguro de que muchos, en ambos lados de la frontera, preferirían apegarse al antiguo dicho de que un buen cerco equivale a un buen vecino.
Esas percepciones tienen profundas raíces en la historia. En México provienen de una añeja idea de sospecha y aprehensión sobre su poderoso vecino y en Estados Unidos provienen de experiencias anteriores, con un régimen político que gobernaba México, que en su gran mayoría era considerado como antidemocrático y desconfiable.
Por lo tanto, nuestros países se distanciaron cuidadosamente entre sí, para responder a este tipo de lógica. Pero las circunstancias han cambiado.
Ahora estamos cada vez más vinculados, ya sea en el comercio, o en el turismo, o por medio de lazos económicos o familiares; nuestros vínculos son innumerables y permanentemente crecientes. No existen dos naciones más importantes para su prosperidad inmediata y bienestar mutuos que México y Estados Unidos.
Es por eso que nuestras dos grandes naciones deben continuar adelante juntas, para establecer formas más amplias y más profundas de cooperación y de entendimiento. En esta tarea, la confianza será esencial para lograr nuestras metas.
Por lo tanto, debemos dejar atrás la sospecha y la indiferencia que tan frecuentemente -en el pasado- han sido el origen de malentendidos entre nuestros dos pueblos, puesto que es sólo comprometiéndonos más permanentemente como vecinos y socios, que podemos hacer una diferencia en nuestras sociedades. Y ahora, tenemos ante nosotros una oportunidad histórica para lograr este fin, que tan elusiva ha resultado ser en el pasado.
Pensamos ser rectos en nuestra amistad e infatigables en nuestro compromiso, pues como tan sencilla y verazmente dice Corintios: se requiere que aquellos a los que se les ha confiado, comprueben ser fieles
La relación entre México y Estados Unidos ha cambiado en una forma fundamental. La verdadera democracia en México -durante décadas, un sueño sin realizar- ahora es una realidad.
Como resultado del voto del año pasado, México ahora tiene un liderazgo legítimo y verdaderamente democrático. Esto ha significado un cambio de Gobierno, pero también es un reflejo de un cambio profundo en los valores y las aspiraciones de la sociedad mexicana.
Por lo tanto estoy decidido a hacer de la democracia y la tolerancia los principios que guíen todas las acciones gubernamentales y garantizar que las instituciones públicas en México se conviertan en garantizantes de los derechos y las aspiraciones más elevadas de nuestros ciudadanos.
También he prometido enfrentar los problemas más candentes que ahora enfrenta México, algunos de los cuales quizá no son intencionales pero -sin embargo- son el legado tangible de un pasado autoritario. Entre ellos se encuentra la pobreza y la desigualdad, que durante tantas décadas han condenado a millones de mexicanos a una vida de desventaja e inseguridad.
El flagelo de la corrupción, que ha tenido un efecto tan nocivo en la vida de nuestro país, así como la fragilidad y la debilidad en nuestro sistema judicial que en sí se debe reformar, a fin de poder poner fin a la impunidad, así como para consolidar el Estado de Derecho en todo el país.
Estoy convencido de que ha llegado el momento de actualizar a México en todos los frentes, tanto dentro como allende nuestras fronteras. También es tiempo de actualizar a México en sus relaciones con Estados Unidos. Ambas naciones ahora comparten sin calificación los valores fundamentales de la libertad y la democracia.
Gracias a los cambios democráticos inaugurados en México el pasado 2 de julio, ha llegado el momento para que México y Estados Unidos se tengan confianza; confianza sencilla, eso es lo que ha estado terriblemente ausente en nuestra relación en el pasado y eso es lo que se requiere para que nosotros fomentemos y consolidemos nuestra relación en los días, semanas y años venideros.
Fomentemos la confianza entre nuestras sociedades, construyamos la confianza a lo largo de nuestra frontera común, tomemos el camino menos cubierto y construyamos la confianza cada paso de ese camino. Solamente la confianza puede permitirnos constructivamente enfrentar los retos de nuestras dos naciones para poder construir una nueva asociación en Norteamérica.
Tomemos, por ejemplo, nuestra lucha común contra el flagelo de las drogas. Para ahora debe haber quedado claro que ningún gobierno podrá derrotar solo, independientemente de cuán poderoso sea, las fuerzas del crimen organizado transnacional, que están detrás del narcotráfico.
La cooperación intensa es lo que se requiere para enfrentar esta amenaza y la confianza es obviamente, ciertamente, un pre requisito de cooperación.
Es por eso que desde que tomé posesión el año pasado, México ha mejorado su cooperación con las autoridades estadounidenses.
Hemos arrestado a importantes zares del narcotráfico y extraditado, también, a narcotraficantes buscados por la justicia estadounidense.
No obstante, se necesita hacer todavía mucho más. La confianza será crucial para mejorar la forma de compartir inteligencia, información entre ambos gobiernos.
Estamos comprometidos en convertirnos en un socio pleno con Estados Unidos en la lucha contra las drogas, pero la confianza requiere que un socio no sea juzgado unilateralmente por el otro.
Miembros de este honorable Congreso, denle una oportunidad a la confianza, denle a los dos gobiernos una oportunidad.
La iniciativa de suspender la certificación durante tres años -S.219- nos permitirá avanzar en la lucha contra las drogas. La cooperación no es una concesión, se trata de una necesidad.
Les pedimos que demuestren su confianza en nosotros, aprobando esta legislación como gesto de su fe y confianza en este nuevo país que tan arduamente estamos trabajando para construir.
También debemos tenernos confianza, para poder enfrentar exitosamente el asunto de la migración. En los últimos meses, el presidente George Bush y yo ya hemos demostrado nuestra voluntad de confiar uno en el otro, acordando deliberar sobre esta cuestión tan compleja.
Tal como la historia de este país lo demuestra, la migración siempre le ha ofrecido más beneficios económicos a Estados Unidos, que los costos que ésta implica.
No olvidemos que los migrantes invariablemente enriquecen la vida cultural de la tierra que los recibe.
Muchos -entre ustedes- tienen a un padre o un abuelo, que han venido a este país como inmigrantes de otras tierras. Por lo tanto, permítanme tomar esta oportunidad para rendir homenaje a aquellos valerosos hombres y mujeres, que en el pasado enfrentaron el reto de construir una nueva vida para sí mismos y para sus familias en este país.
Y permítanme también saludar a los migrantes mexicanos que viven en este país y decirles a todos ellos: ¡México los necesita! necesitamos su talento y también su espíritu empresarial; necesitamos que regresen a casa algún día, para que tengan una parte importante en la construcción de un México fuerte.
Cuando ustedes regresen y cuando ustedes se jubilen, necesitamos que regresen a ayudarnos a convencer a otros mexicanos, que el futuro descansa en un México próspero y democrático.
(El Presidente dijo lo siguiente en español)
Queridos paisanos:
México no los olvida, sabrá apoyarlos. No les fallaremos.
(El Presidente continuó hablando en inglés, y la interpretación al español es la siguiente)
Hay un hecho crucial que no debemos perder de vista: los flujos migratorios responden para satisfacer profundos incentivos económicos subyacentes y que son todo menos imposibles de detener y deben por otro lado ser regulados.
México, por lo tanto, está buscando un acuerdo que ofrezca mayor seguridad y orden a los flujos migratorios entre nuestros dos países.
Es por eso que la confianza al enfrentar la migración implica llegar a un terreno común para poder también enfrentar el estatus de emigrantes mexicanos que ya están trabajando y viviendo en Estados Unidos. De hecho ya está contribuyendo para enriquecer esta nación.
Permítanme ser claro en esto, la regularización no significa recompensar a aquellos que violan la ley; la regularización significa que les ofreceremos los medios legales para permitirles continuar contribuyendo a esta gran nación.
El acuerdo que buscamos establecería un tope más elevado para visas permanentes otorgadas a mexicanos que vienen a este país. También expandiría las oportunidades para que los trabajadores mexicanos obtuvieran visas de trabajo temporales para que puedan entrar a Estados Unidos de forma segura y legal.
Por otro lado, el acuerdo también requeriría que nosotros mejorásemos nuestros esfuerzos conjuntos para mejorar la seguridad en la frontera, salvar vidas y también atacar a las pandillas, contrabandistas, criminales o polleros.
Y finalmente demandaría que promoviésemos el crecimiento económico en México, y sabemos que esta es nuestra responsabilidad, es decir, promover oportunidades específicas para todos aquellos jóvenes específicamente en aquellas regiones que son el origen de casi todos los migrantes.
El progreso en relación con la migración no será fácil, sin embargo, es esencial que conservemos nuestro compromiso para tener una discusión abierta y franca, a fin de que podamos encontrar una solución duradera que sea aceptable para ambos países.
Este tipo de discusión sólo puede darse en un clima de confianza. Tenemos que tomar una decisión fundamental, se trata de una decisión que nos ofrezca la oportunidad de lograr la aspiración más elevada que puede tener cualquier político, es decir, dejar un legado duradero de bienestar para su gente.
México y Estados Unidos deben trabajar también constructivamente para promover nuestros valores comunes dentro de nuestra región, al adoptar una posición clara y congruente, nuestros gobiernos pueden conjuntamente enfrentar algunos de los asuntos más pertinentes y candentes de nuestro hemisferio, como por ejemplo, la profundización de la democracia y la promoción de los derechos humanos.
Esta no debe ahora ser nuestra causa más noble en las Américas, disculpen, esta debe ser nuestra causa más noble en las Américas y en el resto del mundo.
En asuntos de preocupación común como por ejemplo la situación en Colombia, la promoción de desarrollo económico por todo Centroamérica, el establecimiento del Tratado de Libre Comercio de las Américas, la negociación de una Carta Democrática para la OEA o la meta compartida de fomentar estabilidad financiera y de desarmar las crisis financieras en toda la región.
Es vital que México y Estados Unidos trabajemos conjuntamente, cada uno como socio en la construcción de la paz y la estabilidad en todas las Américas, basándonos en nuestros propios principios e intereses.
Evidentemente no siempre estaremos totalmente de acuerdo, pero ambos países deben transmitirse mutuamente con toda sinceridad y franqueza, sus respectivas percepciones sobre cuál es la mejor forma de enfrentar los problemas de preocupación común para el bienestar de nuestros pueblos. La confianza nos permitirá hacer esto ahora.
(El Presidente dijo lo siguiente en español)
Señoras y señores del Congreso estadounidense:
Tenemos hoy la oportunidad de cambiar dramáticamente el signo de nuestra relación.
Este encuentro entre México y Estados Unidos es hoy el encuentro entre dos democracias dispuestas a construir un futuro mejor.
La relación entre México y Estados Unidos está ahora en nuestras manos. A nosotros nos toca abrir de par en par las ventanas de oportunidad que se nos presentan. Somos los arquitectos de nuestro destino común. Ello significa que debemos recrear la relación entre nuestras grandes naciones, de forma consciente y deliberada, avanzando paso a paso, con firmeza, sin dejar nada al azar.
Debemos compartir plenamente este compromiso para disfrutar después los frutos de nuestro esfuerzo común.
Evidentemente todos sabemos de sobra que no hay respuestas fáciles ni soluciones mágicas a los retos que enfrentamos México y Estados Unidos, pero sí existe un cambio por el que podemos avanzar con pasos firmes hacia su resolución: el camino de la confianza mutua; confianza en que nuestros Gobiernos actuarán siempre con integridad en su trato cotidiano, confianza en la fortaleza de nuestra relación como socios y como amigos, confianza en nuestro futuro de prosperidad compartida.
(Interpretación del inglés al español)
Honorables Miembros del Congreso de Estados Unidos:
El cambio político que actualmente está teniendo lugar en México es la razón más poderosa por la que ahora podemos establecer nuevas formas de amistad y cooperación con Estados Unidos. Estamos listos para convertir este cambio en la semilla de un mejor futuro para nuestras dos naciones.
Espero que Estados Unidos haga suya esta oportunidad histórica para construir una nueva era de prosperidad y entendimiento entre nuestros pueblos, se requiere voluntad, así como visión para aprovechar este favorable cambio de siglo y forjar una nueva amistad entre mexicanos y estadounidenses.
Este organismo legislativo, junto con sus homólogos en México, puede tener un papel decisivo en la unión de nuestros países. Ustedes son un socio clave en el fomento de la confianza entre nuestros dos pueblos.
Hace años, el Congreso de Estados Unidos enfrentó una decisión difícil y decidió votar a favor de una mayor integración con México a través del Tratado de Libre Comercio para América del Norte.
El espíritu que hizo posible al TLCAN debe prevalecer una vez más, la sociedad entre México y Estados Unidos sigue siendo incompleta, hay muchos asuntos sin resolver que se tienen que enfrentar para lograr nuestras metas comunes como socios.
Y una de estas metas es un asunto que pronto se considerará y que implica una obligación importante bajo el TLCAN. Se trata del asunto de acceso a los camiones mexicanos a Estados Unidos, puesto que este como muchos otros asuntos de nuestra agenda común, necesitamos su confianza, la confianza que permitirá que ambos países cumplan responsablemente y de forma madura con sus obligaciones entre sí.
Por lo tanto, la cuestión más amplia no es si podemos darnos el lujo de confiar uno en el otro, sino si podemos darnos el lujo de no hacerlo.
La creciente convergencia de nuestras naciones puede llevar a una responsabilidad compartida, así como la prosperidad compartida, y al fortalecimiento de aquellos valores que tenemos en común.
Empecemos de nuevo, como lo hicieron otrora aquellos que fundaron nuestras naciones modernas, recordando en ambos lados que no puede haber amistad sin confianza, y no puede haber confianza sin un verdadero compromiso.
Cuando la historia llegue tocando a nuestras puertas, como lo ha hecho ahora, se requerirán decisiones contundentes. Tomemos una decisión hoy, decidamos confiarnos mutuamente.
John F. Kennedy creía en los nuevos inicios. Cuando aceptó el nombramiento de su partido como Presidente habló de una nueva frontera, cito: hoy nos encontramos al borde de una nueva frontera, la nueva frontera de la cual hablo no es un conjunto de promesas, sino un conjunto de retos. Fin de cita. Eso fue en 1960.
Hoy, en el amanecer de un nuevo siglo, nuestras dos grandes naciones enfrentan nuevos retos, pero los enfrentamos con nuevas oportunidades, inimaginables incluso hace algunos años. Nuestra nueva frontera se conquistará no por la confrontación, sino por medio de la cooperación; no por las amenazas, sino por las aspiraciones comunes; no por el temor, sino por la confianza.
Amigos míos:
Comprometámonos hoy a crear una nueva sociedad especial entre Estados Unidos y México para el beneficio de nuestros dos grandes pueblos.
Señoras y señores:
¡Viva México!
¡Viva Estados Unidos!
¡Viva nuestro futuro en común!
VERSION ESTENOGRAFICA DE LA CONFERENCIA DE PRENSA QUE ESTE MEDIODÍA OFRECIERON A LOS MEDIOS DE COMUNICACION EL LICENCIADO VICENTE FOX QUESADA, PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y EL SEÑOR GEORGE W. BUSH, PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, EN EL JARDIN DE LAS ROSAS DE LA CASA BLANCA
Washington, D.C., 6 de septiembre de 2001.
(Interpretación del inglés al español)
-Presidente George W. Bush: Gracias. El Presidente y yo estamos por tomar el helicóptero Air Force One para viajar a Toledo, Ohio. Es decir, para estar en el corazón de Estados Unidos.
Ayer tuvimos un día muy exitoso aquí, tuvimos una excelente Cena de Estado y tuvimos varias juntas que confirmaron nuestra muy cercana y estrecha relación, así como la consolidación de nuestra confianza.
Como dije, México es increíblemente importante para la política exterior de Estados Unidos. México es nuestra relación más importante puesto que es nuestro vecino y los vecinos deben trabajar conjuntamente. Eso es lo que nosotros hacemos.
Hemos hablado sobre muchas oportunidades y asuntos. En las últimas horas hemos hablado de la importancia del TLCAN no solamente entre México, Canadá y Estados Unidos, sino también libre comercio en todo el Hemisferio.
También charlamos sobre una serie de asuntos relacionados con el comercio. El autotransporte es algo que hablamos mucho, para que los camiones mexicanos puedan entrar a Estados Unidos. Entonces, tenemos que quitar esa disposición de la llamada Iniciativa de Apropiación, si no, necesitamos otra iniciativa.
También hablamos sobre algunos asuntos relacionados con productos, del asunto del aguacate, por ejemplo. Aquellos de ustedes que les encanta el aguacate, se sentirán complacidos de saber que hemos resuelto ese problema. El Presidente está muy complacido con el avance que hemos tenido.
Cuando se tiene este tipo de comercio como el nuestro, siempre surgirán problemas y tenemos que analizarlos, tenemos que resolverlos a través del respeto mutuo y un discurso honesto.
También quisiera decirles que hemos avanzado mucho en la cooperación sobre cuestiones climáticas.
Asimismo, el Presidente Fox también me ha hablado sobre delincuentes que han sido arrestados en México. El Presidente está comprometido para trabajar con los agentes de procuración de ley en ambos lados de la frontera, para poder detener a los coyotes o polleros, así como a los narcotraficantes.
Nuestro Congreso ha buscado cambiar el proceso de Certificación, pero opino que no hemos enviado la señal adecuada. Debo decir que no pienso que sea justo el Programa de Certificación Anual. No creo que sea justo para México.
Y, finalmente, un asunto muy importante que también ha recibido mucha atención, es el asunto de la migración.
Hemos hablado mucho sobre la migración, compartimos muchísimos principios al respecto, compartimos muchos principios y reconocemos cuán importante es la contribución de la migración para nuestra economía, es decir, la llegada de trabajadores mexicanos que deben ser tratados con respeto.
Asimismo, hablamos sobre responsabilidades compartidas para cumplir con todas las leyes fronterizas, para así respetar esas leyes y voy a mandar una iniciativa al Congreso, que tiene que ver con trabajadores invitados, bajo ciertas normas de regularización.
Esto es muy importante y obviamente es el mensaje que hemos estado dando y es el mensaje que el Presidente Fox también ha traído. Es un mensaje con cierta urgencia y estamos comprometidos para también poder darle la urgencia que merece.
Señor Presidente:
Pienso que esta es una continuación dentro de nuestro camino de respeto, de confianza y le quiero agradecer profundamente por venir aquí. Le agradezco mucho por traer a su bella esposa a Estados Unidos. Y ahora, vamos a viajar a Toledo y, por la noche, cenaremos en la Casa Blair con el Presidente.
Muchas gracias por estar aquí, Presidente Fox.
-Presidente Vicente Fox: No tengo mucho más que agregar a este resumen de lo que han sido estos dos días para nosotros, para nosotros como mexicanos.
Sin duda alguna, el factor de la confianza es clave y estos dos días han sido una gran oportunidad para poder avanzar en nuestras conversaciones, en nuestro hablar tan franco, con el objetivo de que podamos aumentar esta confianza.
Por otro lado, estoy totalmente honrado por esta recepción tan cálida que hemos tenido, así como por la oportunidad extendida de hablar y dialogar sobre diferentes asuntos y cuestiones con el Presidente Bush.
Si yo fuese a describir esto, diría que se trata de un proceso que inició allá en México, en nuestra primera reunión formal, un proceso que ha continuado cotidianamente, a través de nuestros equipos de trabajo. A esto yo le llamaría una estación, una primera estación dentro de ésta primera visita a Estados Unidos, donde hemos tenido la oportunidad de revisar la forma de avanzar en cada uno de estos asuntos, así como de conservar nuestro compromiso de trabajar arduamente en los meses y años venideros.
Por lo tanto, esto es altamente satisfactorio para nosotros. Por otra parte, quiero agradecerle profundamente al pueblo estadounidense por esta calurosa bienvenida que nos ha dado. También quiero agradecerle específicamente al Presidente Bush y a su bella esposa por las atenciones que nos han dado.
Su calurosa hospitalidad es algo que ha rebasado todas las expectativas que tenemos.
(Enseguida el Presidente Vicente Fox Quesada habló en español)
Y ahora un poquito en español, sólo para decir que después de todo lo que acabamos de escuchar de parte del Presidente Bush, me queda poco que añadir, hay mucha información ya en manos de ustedes, detallada, de los distintos acuerdos, de los distintos temas que se han tocado.
El resumen es un avance importante, avance en cada uno de los temas. El resumen es un avance en la parte fundamental de esta relación, que es la confianza y, por tanto, avanzamos, pero a la vez nos llevamos tarea para seguirla realizando, sacamos muchos compromisos, asignamos muchas tareas a los equipos de trabajo, y esperamos, pues, que al paso de la semana, los meses, sigamos de esta manera, no sólo fortaleciendo la relación, sino dando resultados concretos a través de la relación.
Gracias.
-Pregunta: Aún con lo que ustedes han hablado sobre la migración, ¿cuán difícil será que este acuerdo se firme para fines de este año? ¿qué puede usted decir al respecto? Por ejemplo, ¿qué puede decir de los trabajadores que puedan llegar legalmente a Estados Unidos? (inaudible)...
-Presidente George W. Bush: Usted acaba de identificar una de las complejidades del asunto de la migración y es algo que le expliqué al Presidente Fox, es decir, que hay millones de indocumentados en nuestro país y queremos asegurarnos que su mano de obra sea legal.
Entonces, parte del problema es cómo podemos juntar a un empleador dispuesto a dar trabajo a un trabajador que está dispuesto a trabajar.
Esta es una parte importante del proceso. Es ahí exactamente donde necesitamos pensar creativamente, para tener un programa de trabajadores. Eso es sumamente importante.
Sabemos que vienen muchos trabajadores, que están dispuestos a hacer trabajo que muchos estadounidenses no están dispuestos a hacer. Debemos darle la bienvenida a esos trabajadores. Obviamente, también el empleador quiere que ese trabajo se haga, pero a veces no encuentra a la persona en Estados Unidos que lo haga. Esto es parte de la complejidad.
La segunda parte de tu pregunta realmente tiene que ver con otro problema que también tenemos que solucionar. Una de las cosas que le he dicho al Presidente, es que estoy dispuesto a considerar formas de que un trabajador invitado pueda recurrir al status de la llamada Tarjeta Verde o residencia permanente, puesto que hay personas que dicen que cumplirán las leyes de Estados Unidos y están dispuestas a hacerlo. Estamos tratando de encontrar una forma que no sancione a las personas que escogen esta ruta legal.
Este es un asunto terriblemente complejo, a tal grado que mi Administración va a tener que invertir mucho tiempo en la solución de este tipo de cuestión. Sin embargo, para complicar las cosas aún más, debo decirles que tenemos que trabajar con el Congreso y debemos presentar una solución que el Congreso pueda aceptar.
Ahora bien, entiendo totalmente el deseo del Presidente Fox de que nosotros agilicemos la solución, de hacer el proceso más expedito. Eso es lo que vamos a hacer.
Creo que una de las partes útiles de esta visita es que nos podamos ver cara a cara, "ojo a ojo" -como se dice en español-, para hablar sobre este asunto y sus complejidades. Esa es precisamente parte de este asunto tan complejo.
-Pregunta: ¿Cree que lo lograrán en cuatro meses?
-Presidente George W. Bush: Realmente, no lo podemos decir. Lo que sí les puedo decir es que trabajaremos lo más que podamos durante todo este año y el tiempo que sea necesario.
El Presidente Fox tiene un papel muy importante en todo esto, puesto que es el vocero de nacionales mexicanos que están viviendo en este país. El está muy preocupado por su futuro y sus vidas. Puedo entender perfectamente esta situación y le puedo asegurar al Presidente y al pueblo mexicano, que hemos oído su llamado. El Presidente Fox es un líder muy convincente. Es un líder que está preocupado por la solución de este problema.
-Pregunta: ¿Podría ser usted más específico? ¿Aparte de los valores y la complejidad de la migración, comparte usted que esto se haga para fines de este año...?
-Presidente George W. Bush: Yo comparto la idea de trabajar lo más que podamos, pero disculpe porque interrumpí su pregunta... Realmente, no siento haberlo interrumpido, realmente ya lo hice, es un truco que yo tengo...
-Pregunta: ...Sí, me refería a la regularización de los indocumentados en Estados Unidos.
-Presidente George W. Bush: Pienso que debemos ver este asunto necesariamente como un asunto quid pro quo.
Independientemente de la respuesta mexicana, se trata de un asunto de empleo en Estados Unidos; es decir, tenemos empleadores que no pueden encontrar trabajadores, y por tanto, emplean a trabajadores indocumentados. Bajo nuestra ley esto es ilegal, y me parece entonces que debemos tener una evaluación directa de esta situación.
Estamos recibiendo lo que queremos de México, independientemente de los detalles de este asunto en particular, es decir, una colaboración muy fuerte y es lo único que podemos pedir.
El Presidente ha estado cooperando bastante en estos asuntos, incluyendo mejor procuración de la ley en la frontera y también persiguiendo a los coyotes que engañan a los ilegales y los están trayendo para lucrar con ellos en nuestro país.
No puedo pensar de una peor situación. Sin embargo, esta Administración está cooperando también con la Administración del Presidente Fox para poder arrestar a aquellas personas que están abusando de gente inocente. Ese es el tipo de cooperación que esperamos tener y la estamos recibiendo.
?(inaudible) él está preguntando sobre las cuestiones legales. Durante la campaña y durante mi Administración lo he manifestado claramente. He hablado claramente sobre asuntos que tienen que ver con demandas legales.
Asimismo, espero que el Departamento de Justicia analice cuidadosamente el proceso. Por otro lado, quiero manifestar mi profundo respeto por nuestro Procurador General, así como por el trabajo que está haciendo y seguirá haciendo.
Eso es todo lo que quiero decir al respecto. Yo creo que el Procurador General John Ashcroft está haciendo un trabajo excelente.
-Pregunta: Alan Greenspan dijo que la economía norteamericana se podía recuperar para el año 2002. ¿Cuál será el impacto en la economía, habrá algún recorte presupuestal en México antes de esta recuperación? Por otra parte, si no se logra el acuerdo migratorio, ¿será eso un fracaso para su Administración?
(El Presidente Vicente Fox habló en español)
-Presidente Vicente Fox: Primero sobre el futuro de la economía, tanto en Estados Unidos o a nivel global, al que se refería el señor Greenspan, pues es producto de una observación muy detallada de lo que está sucediendo y que él mismo aclaró ayer, que si bien él se inclina porque ese es el escenario que viene, a la vez también dijo que estaba sólo razonado en base a estimaciones casi personales, y aseguraba él que en este momento nadie puede predecir con exactitud cuándo es la recuperación.
Lo importante ahorita es que no profundice la desaceleración, y eso sí parece estarse obteniendo, que ya es una ventaja.
En cuanto al impacto que la economía global y la de los Estados Unidos en particular tiene sobre la mexicana, pues es claro, es claro lo que ha pasado: cuando se desacelera el crecimiento en otras economías, de inmediato se desacelera el crecimiento. En México hay una relación muy directa.
A mí me sorprende cómo todavía en varios países, cuando platico con otros presidentes, se le asigna la culpa individualmente a cada país por lo que en realidad está sucediendo a nivel global y mundial. Me parece que es muy importante que en cada país logremos salir un poco del bosque, ver el panorama global para tener diagnósticos y juicios correctos para que las soluciones entonces sean las acertadas.
Finalmente, sobre los asuntos de recorte: nosotros lo que tenemos es un compromiso con el déficit fiscal, que no pase de 0.65 por ciento en la economía mexicana y estaremos atentos a cumplir con eso.
Por el momento no se ven recortes a la vista, -que no los ha habido-, más que aquellos 3 mil millones del principio de año. Para lo demás, hemos logrado cubrir la falta de ingresos por la vía de ahorros, ahorros reales en el gasto de gobierno, lo cual permite que no sean afectados ni los ciudadanos, ni los estados ni los municipios, sino que es sólo un esfuerzo del Gobierno Federal, por ahorrar este tipo de recursos y evitar que éstos impacten en la economía.
-Pregunta: Señor Presidente, ¿sobre este mismo tema, cuando usted habló con los líderes republicanos esta mañana les prometió que cada centavo de seguridad social será protegido, esto implica que usted no va a firmar ninguna iniciativa de ley que vaya en contra de eso?
-Presidente George W. Bush: Le dije a los líderes republicanos de la misma forma que le dije al señor Dashell y le diré al señor Gephart, podemos trabajar conjuntamente para proteger la seguridad social.
Repetidas veces, he dicho que la única vez que necesito dinero del seguro social es en tiempos de guerra, en tiempos de emergencias y de urgencias, y realmente así es, estoy hablando en serio.
Pienso, sin embargo, que debemos trabajar conjuntamente con los miembros del congreso, debemos empezar diciendo: trabajemos juntos para asegurarnos que nuestro presupuesto no nos esté haciendo utilizar dineros de la seguridad social.
Por supuesto que siempre tengo, digamos, la forma final de que haya salud presupuestal a través del veto, pero bueno, lo que podemos hacer es también decir: podemos trabajar conjuntamente, hagámoslo.
Le quiero repetir al pueblo estadounidense, hay bastante dinero que está entrando al gobierno para poder financiar sus prioridades. Necesitamos, sin embargo, disciplina fiscal en Washington D.C.
Los recortes fiscales que acabamos de aprobar en el Congreso fueron una medida sumamente importante para asegurarnos que nuestra economía empiece a volver a tener ímpetu y crecimiento.
Sabemos que cuando está enferma o lenta nuestra economía, cuando no está satisfaciendo nuestras expectativas se afecta nuestra vecindad.
¿Entonces que está sucediendo? Entonces nuestro plan de liberación de efectivo es un plan importante e insto al Congreso a que apruebe un paquete de energía para crear empleos, esto es parte de nuestra recuperación económica. Insto al Congreso a que también apruebe estas leyes.
Si a la gente le interesa que crezca nuestra economía, que se creen más trabajos, es decir, que haya más trabajos disponibles, tenemos que aprobar estos planes.
Este paquete de energía es sumamente importante para esta meta, es importante para el crecimiento. Debemos pensar en Washington D.C. sobre cómo podemos hacer que crezca la economía.
Yo lo sé, señor Presidente, a veces hay muchas dudas que tenemos en el proceso político y a veces parece que andamos jugando a las adivinanzas y la gente piensa que lo único que queremos es aumentar los impuestos en Washington, pero la gente pregunta también, ¿para qué es ese aumento? bueno, los estamos aumentando, no los estamos aumentado por razones muy específicas.
¿Qué pasa con la economía? La mejor forma de continuar teniendo crecimiento económico es teniendo los planes correctos, así como la disciplina fiscal en Washington D.C.
Espero realmente poder trabajar muy bien con miembros de ambos partidos para insistir, implementar e instrumentar un paquete de disciplina fiscal. Estoy totalmente confiado que podemos lograrlo.
-Pregunta: (inaudible)...
(El Presidente Vicente Fox habló en español)
-Presidente Vicente Fox: No te escuché muy bien la segunda parte. En esos temas, yo creo que el tema de energía sin que tenga ninguna relación con la visita porque después se hacen interpretaciones de que vinimos aquí a vender la energía de México, no hay tal.
Nuestra propuesta es paralela, la hemos hecho pública, se está trabajando con distintos diputados y senadores, y simple y sencillamente queremos asegurar que México cuente con la energía eléctrica, con energía de petróleo, con energía de gas natural para el futuro.
Y ciertamente -y como punto y aparte- en nuestras conversaciones acá, en lo bilateral con Estados Unidos, de lo que hablamos es de la importancia estratégica de una política sobre energía para todo lo que es NAFTA, todo lo que es el Acuerdo de Libre Comercio.
Me parece que vale la pena prevenir y trabajar juntos, para que a nadie en este territorio del Acuerdo de Libre Comercio nos falte energía, para que a nadie nos impida tener altas tasas de crecimiento. Vale la pena, entonces, estar trabajando en esa materia aquí.
También mencionaste los temas de corrupción y derechos humanos. Bueno, son temas propios de nuestra agenda dentro de México, los cuales estamos demostrando, paso a paso, de manera fehaciente, que nuestro compromiso es total para detener la corrupción y erradicarla, así como que nuestro compromiso es el respeto profundo a los derechos humanos dentro de México, para que así podamos también con autoridad moral extender esta promoción a otros países con los que tenemos relación.
Esta es nuestra posición demostrada en México y es parte, por supuesto, de los temas que tienen que ver con el exterior en materia de nuestro apoyo incondicional a democracia, apoyo incondicional a derechos humanos, respeto a los recursos naturales y a la promoción de economías humanistas y oportunidades para todo mundo.
Gracias, gracias.
VERSION ESTENOGRAFICA DE LAS PALABRAS DEL PRESIDENTE VICENTE FOX QUESADA, DURANTE EL ENCUENTRO CON LA COMUNIDAD Y LIDERES HISPANOS EN EL GIMNASIO JOHN F. SAVAGE DE LA UNIVERSIDAD DE TOLEDO
Toledo, Ohio, 6 de septiembre de 2001.
Me la pone muy difícil mi amigo George Bush. Es un gran amigo de México, es un gran amigo de los mexicanos en los Estados Unidos; es un gran amigo de la verdad, del trabajo, del compromiso y la pasión por gobernar.
Día que pasa, día que siento más respeto por su liderazgo, por su visión, por su trabajo. Día que pasa, día que vamos logrando más entendimiento y más acuerdo.
Por eso doy gracias al amigo, al amigo que trabaja por su pueblo.
(Interpretación del inglés al español)
Damas y caballeros, Queridos amigos:
Puedo sentir el entusiasmo, la calurosa bienvenida que ustedes nos están dando.
(El presidente dijo lo siguiente, en español)
Su bienvenida me llena de emoción y me confirma que donde quiera que el destino pueda llevarnos, los mexicanos, las mexicanas permanecemos unidos por lazos muy profundos.
(Interpretación del inglés al español)
Es un gran placer estar aquí para visitar su Universidad y estar acompañado por el Presidente George Bush, por el gobernador Taft y por recibir este honor, por habernos permitido visitar este estado, por visitar Estados Unidos durante esta administración.
También quisiera agradecer la invitación para venir a Ohio, porque me siento entre amigos.
Tuve el privilegio de sostener un diálogo con el Presidente Bush en las últimas 24 horas y esta mañana tuve el honor de hablar ante el Congreso de Estados Unidos y en ambos casos, he expuesto nuestra firme convicción de que la confianza debe ser el cimiento de nuestra relación; que la confianza será la piedra angular para enriquecer la relación entre Estados Unidos y México.
Con base en la confianza, podremos trabajar mejor para resolver con eficiencia y con talento los retos mutuos que enfrentamos en este siglo XXI.
(Interpretación del inglés al español)
Quiero decirles que en México no sólo no olvidamos a nuestros queridos paisanos, sino que también reconocemos con orgullo que hemos aprendido mucho de ustedes, de su valentía, de su determinación, de su perseverancia y de su coraje.
(Interpretación del inglés al español)
Y quiero decirles también no sólo que los amamos y los respetamos, sino que los necesitamos que regresen a México, que estaremos trabajando para que todos puedan regresar a México para promover el crecimiento de nuestra gran nación, así como para trabajar juntos en la construcción de un mejor futuro para nuestro país.
(El presidente dijo lo siguiente, en español)
Conozco de las experiencias nunca fáciles que han tenido nuestros queridos paisanos. He escuchado historias ejemplares de mujeres y hombres que nos inspiran profundamente, que nos llenan de orgullo.
Visitaremos el Centro Comunitario "Aurora González", que nos permite conocer la vida de quien fuera una incansable defensora de la solidaridad comunitaria aquí mismo, en la ciudad de Toledo.
He escuchado de la labor y tarea de muchos otros miembros de la comunidad que con gran generosidad encuentran tiempo para ayudar a quienes necesitan apoyo, orientación, posiblemente una palabra de aliento.
¡Cuántas historias podrían contarse sobre la vida de tantas mexicanas y mexicanos que un día decidieron dejar su patria para venir aquí, buscando nuevas oportunidades en esta gran nación! ¡Cuántas historias de trabajo y de sacrificio!
Una de ellas es la de Rosario Marín, mexicana ejemplar, que llegó a esta nación a los 14 años y quien fue recientemente nombrada Tesorera de los Estados Unidos de América.
(Interpretación del inglés al español)
Estamos orgullosos de sus esfuerzos y de su éxito, así como estamos orgullosos de todas las mujeres mexicanas que trabajan día a día en este país y que contribuyen a su grandeza y a su éxito.
Esta tierra de oportunidad, los Estados Unidos, siempre ha conservado su puerta abierta a inmigrantes de diferentes países del mundo, en seguimiento a sus principios fundadores.
Permítanme citar los comentarios del Presidente Bush, que recientemente dijo que Estados Unidos tradicionalmente ha sido una sociedad hospitalaria, donde la emigración no es un problema a resolver, sino una señal de una nación segura de sí misma y exitosa. La historia apoya esa afirmación, pero incluso más importante, vemos prueba de eso en las innumerables contribuciones que los migrantes han hecho en los últimos dos siglos a la rica y variada cultura estadounidense.
Hoy no sólo somos vecinos, no sólo somos amigos, somos socios a través del compromiso que firmamos con el TLCAN. Somos socios y trabajamos conjuntamente construyendo un futuro mejor para ambas naciones.
El TLCAN ha sido exitoso, ha creado empleos en México y ha creado empleos también en Estados Unidos. Hoy, como consecuencia del TLCAN, la balanza comercial entre México-Estados Unidos, tal como lo mencionó el Presidente Bush, ha llegado a 250 mil millones de dólares estadounidenses.
Pero la parte más importante de todo esto es que compramos y vendemos y hoy México está comprando productos y servicios de Estados Unidos, más que Francia, Italia, España y Alemania, juntas. Eso es ser socios. Eso es crear empleos.
Este es un momento de compromiso y de trabajo duro, no tomemos a la ligera los sacrificios y esfuerzos ejemplares de tantos hombres y mujeres, que llamamos migrantes. Debemos encontrar la resolución, a fin de poder encontrar soluciones para este problema común.
Hemos tenido dos días excelentes aquí en Estados Unidos. Nos sentimos honrados y nos sentimos totalmente satisfechos por las conversaciones que hemos tenido y por las decisiones que hemos tomado. Indudablemente, juntos estamos construyendo un mejor futuro para nuestras dos naciones.
En el campo de la migración, o en el combate del narcotráfico o contra el crimen organizado, hemos estado teniendo resultados extraordinarios.
Hemos extraditado a delincuentes que la justicia estadounidense estaba buscando, por lo que han hecho en el pasado.
Con esta confianza en la cooperación estamos ganando la batalla contra el crimen organizado y el narcotráfico. También hemos hecho lo mismo en el tema del desarrollo económico de la consolidación de oportunidades. México hoy, en los estados y ciudades fronterizos, tiene una tasa de desempleo de uno por ciento y queremos que esto también suceda en el centro y sur de México.
Sabemos y entendemos muy bien nuestro compromiso, nuestra obligación: tratar de asegurar que cada familia, que cada persona dentro de México tenga la oportunidad de tener un empleo decente con un ingreso digno.
Esa es nuestra obligación, asegurarnos que cada niño y joven en México tenga la oportunidad de ir a la escuela secundaria o a la universidad.
Es por eso que hemos creado un sistema de becas, a través del cual cada niño y joven en México tenga la garantía de alcanzar su proyecto educativo y hasta el nivel universitario y que pueda hacerlo aún si su problema es la falta de recursos económicos.
Todo niño que aproveche esta oportunidad, que vaya a la escuela y a la universidad en México, obviamente permanecerá con su familia y no se convertirá en migrante.
Entonces, queridos amigos y amigas, enfrentamos este desafío, que puede parecer formidable, pero también lo es nuestra determinación de superar nuestras diferencias y alcanzar terreno común y obtener un propósito común.
Este es un tiempo único en nuestra historia. Me siento privilegiado de pertenecer a este tiempo y de poder tener un papel en la construcción de una relación entre México y Estados Unidos.
Estamos en el amanecer de un nuevo siglo, lleno de posibilidades y de nuevos horizontes. Este puede ser el siglo de mayores logros para nuestras dos naciones. Este siglo XXI es un siglo de las Américas y, por supuesto, el siglo de Norteamérica, y sabemos, y quiero subrayar, que las comunidades mexicanas en Estados Unidos tendrán nuestro apoyo.
He venido a Toledo, Ohio, primero, puesto que el Presidente Bush me hizo esta invitación, pero también porque quería conocer a nuestra gente aquí, y quería decirle a mis paisanos en esta parte de Estados Unidos que mi amigo, el Presidente Bush, y yo mismo, trabajaremos no sólo por su causa, sino también por la causa de Estados Unidos y la causa de México.
Regresaré a mi país muy motivado por la forma en que hemos sido recibidos, por la forma en que se nos ha escuchado y por los muchos logros, los muchos logros que hemos tenido en estos días que hemos estado en Estados Unidos.
Como nunca antes, tenemos la convicción de que trabajando juntos y teniendo la confianza, como nuestra filosofía, no hay límite en lo que podemos hacer.
Y es lo que se ha expresado aquí en Estados Unidos, la economía más grande del mundo, la nación más poderosa, que ha podido llegar a este nivel debido al trabajo, debido a la pasión, debido al intenso sacrificio que muchos, muchos millones de personas hacen todos los días, para hacer de ésta una gran nación.
Hoy, nosotros en México sabemos que tenemos amigos, que tenemos a un socio, así como que tenemos un mejor futuro para nosotros y para nuestro pueblo.
Muchísimas gracias a todos y que Dios los bendiga.
VERSION ESTENOGRAFICA DE LAS PALABRAS DEL PRESIDENTE VICENTE FOX QUESADA, DURANTE LA SESION DEL CONSEJO PERMANENTE DE LA ORGANIZACION DE ESTADOS AMERICANOS A LA QUE ASISTIO COMO INVITADO DE HONOR, REALIZADA ESTA MAÑANA EN EL SALON DE LAS AMERICAS DE LA SEDE DE LA OEA, EN ESTA CIUDAD
Washington, D.C., 7 de septiembre de 2001.
Hola, amigas y amigos. Da gusto regresar a casa, a esta casa de la Organización de los Estados Americanos; donde estamos los hermanos, los primos, los tíos, los parientes; donde estamos todos los que somos parte de este gran continente; sin duda, el continente que va a escribir la primera historia de éxito en este siglo XXI. Es nuestro este siglo, que es el siglo de América.
Excelentísimo señor César Gaviria, secretario general de la Organización de Estados Americanos; Excelentísimo señor Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo; Excelentísimo señor George Alleyne, director de la Organización Panamericana de la Salud; Amigas y amigos:
Agradezco profundamente la ocasión que me brinda este importante foro para traer el mensaje fraterno del pueblo de México.
A lo largo de los años México ha demostrado su firme compromiso con la Organización de Estados Americanos, en la que invariablemente ha mantenido una presencia activa y constructiva.
Ahora que mi país atraviesa por un período de renovación política, resulta aún más significativo para mí dirigirme a ustedes en nombre de la nación mexicana.
Las mexicanas y los mexicanos estamos perfeccionando nuestra democracia con gran convicción y con el ánimo de construir un mejor país.
Queremos consolidar nuestro destino a partir del principio constitucional de que la democracia es inseparable del desarrollo.
Ese principio, guía nuestro esfuerzo para abatir los graves, gravísimos, rezagos sociales: la pobreza, la marginación, la ignorancia, la inclusión.
Queremos poner al día nuestro país, nuestro querido México, en todos los frentes: el desarrollo humano, el desarrollo económico, incluido el de nuestras relaciones internacionales.
El cambio que vive México conlleva el fortalecimiento de nuestra vocación latinoamericana. Deseamos estar más cerca de nuestros hermanos del continente, ya hemos dado pasos concretos para hacer posible este acercamiento.
De hecho, mis primeros viajes como Presidente Electo, tuvieron como destino América Latina, con la que México quiere estrechar sus vínculos de amistad y cooperación.
Me encuentro con los presidentes de las naciones centroamericanas, en el marco de una reunión extraordinaria de los mecanismos de Tuxtla, celebrada en San Salvador el pasado mes de junio.
Es también una evidencia de la voluntad de México para fortalecer sus relaciones con los países de Centroamérica.
El Plan Puebla-Panamá, las tres "P", ha iniciado con un impulso al desarrollo de la región que analizada en ese encuentro ha recibido el más amplio respaldo de los gobernantes centroamericanos.
El Plan Panamá-Puebla, obedece a una respuesta por la necesidad de desarrollo y de cerrar la brecha, particularmente en el desarrollo regional.
Planea un enorme reto que estamos enfrentando juntos 8 estados dentro de México, en el sur-sureste de México y las 7 naciones centroamericanas. El reto del desarrollo humano, el reto del desarrollo económico.
Primero, poner la infraestructura y las condiciones necesarias para el despegue, etapa que ha sido terminada. Están definidos los proyectos de infraestructura: carreteras, ferrocarriles, puentes, aeropuertos, puertos, líneas de conducción de gas, líneas de conducción de energía eléctrica.
Está en marcha la segunda fase, enfrentada y apoyada por un gran liderazgo, el de don Enrique Iglesias, donde ya estamos poniendo en conjunto la ingeniería financiera, los recursos para el desarrollo de esa infraestructura; etapa que ya él nos anuncia que está a punto de terminar y que habrá de conjuntar recursos fiscales de cada uno de los municipios, los estados y los países; recursos privados para apoyar las inversiones en las obras y recursos de instituciones financieras de diversas partes del mundo.
Me parece que ese reto, seguramente tendrá éxito en manos de don Enrique Iglesias y sigue arremangarnos la camisa y poner manos a la obra, para poner en marcha todas estas obras de infraestructura. Sin embargo, esa es sólo una lámina muy básica, muy elemental y muy material del desarrollo al que aspiramos.
Ciertamente y en paralelo, viene el impulso al desarrollo económico, la atracción de inversiones, el impulso al crecimiento y -sobre todo- a llevar oportunidades concretas a cada familia y a cada persona.
Pero más allá: lo fundamental y la visión de largo plazo tiene que ver con la tercera lámina de este proyecto, que es el desarrollo humano; que es equipar a cada familia, a cada persona en la región con las habilidades, con las capacidades, con los conocimientos, con los elevados niveles de educación para que por sí misma, cada familia y cada persona, pueda generar su propio ingreso y pueda -a través de ello- alcanzar sus metas en la vida.
Pero el Caribe también es crucial para nosotros.
Hace algunas semanas, tuve el privilegio de participar en la XXII Reunión de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe, en donde reiteré la voluntad de México para fortalecer la cooperación técnica y científica entre mi país y la comunidad caribeña.
Debo destacar -en especial- la invitación mexicana para realizar una Conferencia del Caribe sobre Delimitación Marítima, orientada a resolver antiguas disputas respecto de los límites marítimos de las naciones caribeñas.
De igual manera, estamos trabajando con el grupo de países del Caribe, para un proyecto y un plan de seguridad, y para enfrentar juntos el problema lacerante del crimen organizado y el narcotráfico.
La reciente Reunión Cumbre del Grupo de Río, celebrada en Santiago de Chile, ofreció una valiosa oportunidad para que las naciones de América Latina fortalezcamos nuestras convergencias.
Si lo logramos, -y estamos en vías de hacerlo- nuestra influencia en equipo, en conjunto, en la conformación de una nueva arquitectura internacional será mucho mayor pues tendremos, como lo acordamos en esta reunión, una sola voz firme y clara.
Nuestro reto es actuar unidos para contribuir a la construcción de un nuevo sistema internacional, acorde con nuestros intereses y anhelos.
Acudo a esta Sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos para refrendar la confianza de México en que ese sentimiento de unidad habrá de convertir a nuestros países en un poderoso factor de influencia en la configuración del nuevo sistema internacional.
Son muchos los temas que exigen planteamientos novedosos, acordes con los nuevos tiempos. En dos de ellos -la consolidación de la democracia y el respeto a los derechos humanos- nuestros países han realizado avances sustantivos en años recientes, aunque aún queda mucho por hacer para fortalecer las instituciones y los principios democráticos en todo el Hemisferio.
Estos dos temas son fundamentales para lograr un crecimiento económico floreciente, que cierre la brecha entre las vanguardias del progreso y quienes se han quedado rezagados y olvidados en el desarrollo.
Reitero por ello mi convicción, que la ruptura del orden democrático en alguno de nuestros estados, es un obstáculo para su participación en el proceso de la Cumbre de las Américas, así como en otros mecanismos de concertación regional.
Consecuentemente México se ha sumado al proceso encaminado a fortalecer y ampliar el proyecto de la Carta Democrática Interamericana, que será discutido para su aprobación final en Lima, dentro de pocos días.
Junto con la consolidación de la democracia, México tiene un renovado compromiso con el respeto a los derechos humanos, tanto dentro de nuestro país como en el exterior.
De manera congruente con este principio, mi Gobierno pondrá
a consideración del Congreso mexicano, 13 instrumentos internacionales
en materia de derechos humanos que no habían sido ratificados por
nuestro país o que actualmente se encuentran condicionados con reservas
de diversa índole. Entre ellos la ratificación del Estatuto
de la Corte Penal Internacional. Nuestro objetivo es fortalecer el marco
legal y la observancia plena de derechos humanos en México.
VERSION ESTENOGRAFICA DE LAS PALABRAS DEL PRESIDENTE VICENTE FOX QUESADA DURANTE EL ALMUERZO QUE ESTE MEDIODIA LE OFRECIERON LOS CENTROS DE ESTUDIOS ACADEMICOS EN EL INSTITUTO DE ECONOMIA INTERNACIONAL, EN ESTA CIUDAD
Washington, D.C., 7 de septiembre de 2001.
(Interpretación del inglés al español)
"Microtouch", esta computadora. Me siento conmovido por las palabras extremadamente amables que se han dicho, por aquellos que hicieron la presentación. Tengo que hacer un gran esfuerzo para que mis botas se conserven sobre la tierra a fin de que no empiece yo a volar.
Hemos estado trabajando -y trabajando mucho- con un compromiso muy fuerte con México, con los mexicanos; ya sea que estén en nuestro territorio, ya sea que estén aquí en Estados Unidos o en cualquier otra parte del mundo.
Quiero ser muy breve porque pienso que es mucho más importante, en esta ocasión, que abramos un diálogo franco. Entonces quisiera empezar con México y luego pasar a la relación bilateral con Estados Unidos, para luego hablar sobre el TLCAN y, posteriormente, hablar sobre el Continente. Pero quisiera ser muy breve en cada uno de estos temas.
Sí, México está pasando por una transición: por un lado, los claros y, por otro lado, los oscuros. Los claros son que estamos pudiendo transitar de 71 años de régimen unipartidista en México a una democracia en plenitud.
Esto no es fácil de llevar a cabo, pero se ha hecho pacíficamente, sin violencia, se ha hecho sin ninguna crisis o sin ninguna devaluación mamut, como las teníamos en el pasado. Y se ha hecho -diría yo- con armonía.
Pero los problemas no están ausentes. Cada uno de nosotros -los protagonistas de esta transición- estamos teniendo un nuevo papel. Mi partido es nuevo en el Gobierno y debemos desarrollar y establecer una buena y saludable relación entre el partido y su Gobierno.
Somos nuevos como Gobierno y cometemos errores, indudablemente. Y tenemos errores en la conducción de la Nación, pero aprendemos y nos adaptamos a las circunstancias de estos primeros nueve meses de Gobierno.
Nuestro espíritu, nuestra filosofía, nuestra visión no ha cambiado en lo absoluto. Ahí está. Lo que comprometimos con la gente de México está ahí, los objetivos y las propuestas que hicimos están ahí; estamos totalmente conscientes de eso y estamos trabajando en cada uno de los frentes, a fin de cumplir con las demandas del pueblo mexicano.
El PRI, el partido predominante en el pasado, ahora está en la oposición y también se está ajustando como partido, ajustando también su relación en la arena política. Tenemos otros partidos que están haciendo exactamente lo mismo.
Tenemos un Congreso muy particular y muy especial, es este Congreso donde nadie tiene la mayoría de cinco importantes fuerzas políticas que están participando en el Congreso. Por tanto, tienen que hacer su propio trabajo, sus propios ajustes, a fin de llegar a ser productivos y eficientes para que el Congreso y el Poder Legislativo estén a la altura de los retos que enfrentamos conjuntamente, a la altura con el Poder Judicial, Legislativo y Ejecutivo.
No hay duda alguna de que tenemos un nuevo papel que adoptar en el Congreso y en el Gobierno y estamos experimentando, estamos aprendiendo, avanzando en este -debo decir- a veces difícil y conflictivo proceso.
Para mí es mucho lo que hemos logrado y lo que hemos hecho conjuntamente en estos nueve meses, nueve meses de transición, los cuales estamos aprovechando. Y yo diría que nos estamos acercando mucho a acuerdos nacionales, a pactos políticos y acuerdos políticos sobre los principios básicos y fundamentales sobre la visión y cómo compartir esa visión de la Nación, la nueva Nación que necesitamos para navegar exitosamente en este siglo XXI. Ese es el paquete político.
Luego tenemos el paquete económico.
Allá por noviembre, por octubre del año pasado, todos nos despertamos con malas noticias y todo mundo trató de presentarlos no tan mal como están siendo ahora. Todo mundo dijo que iba a ser un cambio grande, que se reduciría el crecimiento y que durante un corto tiempo regresaríamos a un crecimiento extenso.
La desaceleración de la economía estadounidense. Cuando el motor que mueve las economías mundiales se detuvo, en un mes todos nos detuvimos. No conozco ningún país que esté sosteniendo sus objetivos originales en el crecimiento. Todo mundo ha tenido que reducir sus perspectivas en este rubro.
¿Qué estamos haciendo en México para enfrentar este reto?
En primer lugar, la disciplina, es decir, conservar nuestra disciplina en los principios fundamentales de la economía, para garantizar que nuestra economía muestre su fuerza ahora que tenemos turbulencia y que tenemos que navegar en esa turbulencia.
Entonces, nuestros principios fundamentales están fuertes y en línea. Tenemos las reservas más elevadas en dólares de toda la historia; tenemos el flujo más alto de ingreso extranjero directo que está llegando a México; tenemos las tasas de interés más bajas a nivel histórico; tenemos también una de las tasas inflacionarias más bajas.
Entonces, hasta cierto punto, estamos en el ciclo, estamos convergiendo con las economías canadiense y estadounidense, que son nuestros socios más cercanos, con los que tenemos 85 por ciento de nuestras actividades económicas.
Por otro lado, sí, nos preocupamos: nos preocupa el desempleo, nos preocupa no crecer y luego no crear los empleos que necesitamos cada año.
El reto es grande: 1 millón 350 mil nuevos empleos que necesitamos cada año en México. Estados Unidos, cuyo tamaño en comparación con México es de 2.5 a uno, necesita un millón de trabajos nuevos al año. Por lo tanto, tenemos un reto, tenemos que enfrentarlo y tenemos que trabajar para superarlo.
De la misma forma, el crecimiento es un deber en nuestras economías, porque si no, no podemos cumplir con las necesidades sociales, con las demandas sociales que son urgentes en nuestros países para combatir la pobreza, a fin de poder equipar a todo ciudadano y familia con conocimiento, capacidades y habilidades para generar su propio ingreso. Por ende, estamos enfrentando esos dos asuntos, y estamos generando los trabajos y haciendo que la economía crezca.
Espero que podamos hacerlo, pero ciertamente sería necesario que el resto de las economías también empiecen a moverse.
Relación bilateral. Es claro que hay tres asuntos: uno tiene que ver con la migración, otro con las drogas y el tercero tiene que ver con el comercio, la inversión y el desarrollo.
¿Estamos tomando al toro por los cuernos?, como decimos en México, y queremos enfrentar francamente estos tres asuntos que son claves en la relación bilateral.
Pensamos que no hay forma de que podamos superar estos retos si no colocamos un fuerte cimiento, y ese cimiento es la confianza. Pienso que si nos tenemos confianza, tendremos la capacidad de responder a esos tres retos.
Ustedes saben, puesto que lo hemos explicado en estas 48 horas, exactamente dónde nos encontramos, en relación con cada uno de estos asuntos, entonces, en este momento no voy a comentar más al respecto, pero quizás sea sujeto de sus preguntas o de sus comentarios posteriores.
Número tres, TLCAN. El TLCAN fue una decisión visionaria y estratégica, tomada por muchas personas, aquellos que fueron los protagonistas y jugadores hace diez años. Y tuvieron razón.
El TLCAN está funcionando, y está funcionando para mejorar la situación de nuestros tres países, y el TLCAN tiene una base fundamental particular, pero todavía no veo que nos estemos acostumbrando a entender en éstos, qué significa ser socios y que la asociación es la clave para el éxito del TLCAN.
Debemos preocuparnos los unos por los otros; debemos unir nuestros recursos y talentos, debemos trabajar conjuntamente para ser competitivos; debemos ver el futuro con la misma visión. Eso es ser socios.
Éramos amigos, éramos vecinos, pero no éramos socios, hasta que decidimos serlo, y se trata de un gran compromiso con todos nosotros.
Esta asociación nos va a hacer exitosos frente a los grandes retos, en el desarrollo económico, el comercio, así como en llevar prosperidad y riqueza a nuestras sociedades. Y podemos ver claramente cómo Europa se desintegró.
Los países originales ahora han invitado a muchos más a participar, y están en el proceso, y casi duplicarán su capacidad; también hay otros países que están esperando en la fila para poder unirse a la Unión Europea. Eso les dará fortaleza. Están trabajando con unidad, quieren ser competitivos, quieren unificar sus talentos y su energía, y lo están haciendo, y lo mismo está sucediendo en Asia.
Podemos ver que una fuerza, la fuerza económica creciente de China, amenaza a todo mundo en su capacidad de competir, tememos que no tengamos la respuesta, no individualmente; ningún país la tiene.
Pero si realmente somos socios, si somos socios verdaderos, si nosotros unimos nuestros recursos complementarios, si trabajamos en una política de energía para el TLCAN, si trabajamos en un programa educativo a través del TLCAN, si utilizamos todo nuestro talento, si utilizamos nuestra energía de trabajo que tenemos en México, pensando en la mano de obra , será la única forma de poder enfrentar el futuro.
Es la única forma en que realmente podremos tener éxito en este siglo XXI, y mejorar nuestra calidad de vida.
Pero México está en medio del sandwich, estamos exactamente en medio del sandwich. Entonces, vemos hacia el norte y queremos estar muy cerca de nuestros hermanos en América Latina.
Y si estamos hablando de vecindad con Estados Unidos, de amistad con Estados Unidos, y estamos hablando de sociedad con Estados Unidos, queremos utilizar ese mismo camino hacia el sur.
Es ahí donde entra el Plan Puebla-Panamá, y estamos tratando de promover desarrollo regional, puesto que como dije esta mañana, la economía estadounidense, Estados Unidos como país, tiene la capacidad de irradiar, irradiar no solamente principios y valores democráticos, no solamente irradiar tecnología y desarrollo humano, sino también irradiar desarrollo económico.
Vemos esa ola que está llegando a México. Nuestra frontera, nuestros estados del norte tienen mucho más desarrollo que nuestros estados sureños.
Por ejemplo, en niveles educativos, Baja California y Nuevo León, están alcanzando un promedio de nueve años de educación; en el Sur, en Chiapas, tenemos un promedio de tres años de escolaridad. El ingreso per cápita en el norte es de ocho mil dólares estadounidenses en esos estados, pero en el sur ni siquiera hemos llegado a mil dólares per cápita de ingreso. Por ende, tenemos que estar muy conscientes de las diferencias regionales y trabajar en ellas.
Y es por eso que también queremos estar cerca de nuestros hermanos en el sur.
Pensamos que tenemos el concepto. Esto lo hemos hablado con ellos y hemos acordado, los cuatro presidentes de los países que tienen las cuatro principales economías, el Presidente Lagos de Chile, el Presidente Cardoso de Brasil, el Presidente De la Rúa en Argentina, y México.
Esas son las cuatro economías, esas pueden ser las cuatro maquinarias para mover a América Latina, para levantar otros países en América Latina.
Entonces, sí vamos paso a paso, juntando las piezas, los acuerdos regionales que tenemos, el G-3 el acuerdo de Centroamérica, el acuerdo del Caribe, el acuerdo de Mercosur, acuerdos regionales que son piezas que se están unificando.
Estamos asegurando y estamos totalmente convencidos de que debemos tener todo esto terminado en cuestión de cinco años, para tener una pieza, un continente. Asimismo, estamos convencidos de que tendremos la capacidad para competir, que tendremos la capacidad de ser solidarios, que tendremos la capacidad de trabajar por esos 220 millones de pobres que tenemos en América Latina, y que tendremos la capacidad para mejorar nuestros niveles educativos, y que tendremos la capacidad para ampliar los programas de salud en toda América Latina.
Es el Acuerdo Hemisférico que podemos visualizar dentro de cinco años y en el que todos estamos trabajando unidos, con consenso, para tratar de construir el mejor acuerdo comercial que podamos tener en el mundo y será este que estoy mencionando, porque estamos tomando el tiempo, tenemos el compromiso.
Todo mundo está participando con su talento, porque va a ser algo abierto, pues va a ir más allá de sólo contar con la participación de políticos. Estará abierto para la participación de la sociedad, de organismos no gubernamentales, de académicos, abierto para las universidades, abierto para la participación de las familias indígenas en el Continente, como también abierto a los sindicatos y a los trabajadores, abierto para los pobres, para que puedan también expresar cuáles son sus necesidades.
Por ende, esto se va a construir en un proceso totalmente abierto, que garantizará que es el tipo de acuerdo que este Continente necesita.
Con esto termino, muchas gracias.