Del diputado Mario Alberto di Costanzo Armenta, relacionado con la decimoquinta asamblea general de la Conferencia de Parlamentarios de Asia y el Pacífico, sobre ambiente y desarrollo, celebrada del lunes 6 al jueves 9 de junio de 2011 en Kuala Lumpur, Malasia

Cambio climático y turismo en México

El turismo es una de las actividades más importantes en el mundo contemporáneo, pero también uno de los sectores que resienten de manera más directa los cambios en el clima. En el caso de México, es uno de los motores más importantes de la economía:

El turismo

• Es la tercera fuente de divisas para el país. Durante 2010, la derrama económica en este sector fue de 11 mil 900 millones de dólares.

• Aporta 9 por ciento del producto interno bruto.

• Durante 2010, el sector recibió 22 millones 400 mil turistas extranjeros, 5.3 por ciento más que en 2009, sin contar los más de 6 millones de turistas que vinieron por cruceros y los casi 50 millones de excursionistas y visitantes en la frontera con Estados Unidos.

• Genera 2.5 millones de empleos directos y 5 millones de indirectos.

• Representa una herramienta de desarrollo económico y social, sobre todo en las zonas más marginadas del país.

• Actualmente, México ocupa la posición 19 en captación de divisas y el número 10 en visita de turistas y es un referente obligado en el mapa turístico mundial.

Ante ello, el cuidado y la atención del sector han venido convirtiéndose en una tarea en la cual se encuentran inmersos los diferentes niveles de gobierno en la administración pública, el Poder Legislativo y la sociedad en general.

De manera simplificada, es posible afirmar que en México se ha venido ganando terreno en la promoción y el desarrollo de una actividad turística sustentable.

Por otra parte, considerando el carácter global del cambio climático, el país participa en lo interno cumpliendo sus compromisos ante la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y su protocolo, y en el ámbito internacional, impulsando el avance en las negociaciones internacionales.

El sector turístico

El sector turístico guarda relación directa con el fenómeno del cambio climático. Por una parte, dado el perfil de la industria turística en México, la estrecha relación con el clima lo hace muy sensible a cualquier cambio de las condiciones climáticas en los destinos, por lo que es previsible que sea uno de los sectores más afectados por los efectos esperados del fenómeno. Por otra parte, las actividades recreativas mantienen una responsabilidad en las emisiones de gases que causan el efecto invernadero, responsable a su vez del mismo calentamiento global.

De acuerdo con informes internacionales, el turismo contribuye actualmente con 5 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) de origen antropogénico. De este 5 por ciento, se estima que 2 por ciento proviene de los servicios de transportación aérea.

De continuar con la actual dinámica del sector y los patrones de consumo, se registrará un incremento de 2.5 por ciento en sus emisiones de GEI hacia 2035, pues aun considerando la reciente recesión económica mundial, se estima que el tráfico aéreo crecerá 5 por ciento en los siguientes 15 años, por lo que las emisiones se elevarían 2.7 por ciento, afectando el ambiente.

Se proyecta que en dos o tres décadas la temperatura de la superficie del mar en el Caribe, el Golfo de México y el Pacífico mexicano podría aumentar entre 1 y 2 grados Celsius. En tal supuesto, las olas de calor y las tormentas intensas también aumentarían. Adicionalmente, las temperaturas mínimas se elevarían, propiciando días menos fríos. Asimismo, se esperaría un aumento en la intensidad del viento máximo y la precipitación asociada a un aumento en la intensidad de ciclones tropicales.

Consecuentemente, el aumento en el nivel del mar afectaría la industria hotelera asentada en las cercanías de la costa, pues las corrientes marinas se comportarían de manera diferente, por lo que tendrían potenciales afectaciones a la zona costera y la dinámica de la arena de la playa –lo cual ya ocurre en distintas partes del país, particularmente en Cancún, Quintana Roo.

Además, ante una disminución de la disponibilidad de agua potable, se presentaría una competencia por el recurso entre las zonas urbanas y las hoteleras.

Es necesario señalar que México ha adquirido vasta experiencia en el manejo de desastres naturales. Por ello, las muertes anuales vinculadas a los huracanes han disminuido gracias a la instauración de sistemas de alerta temprana. Sin embargo, hay que enfatizar que la infraestructura hotelera de las zonas costeras se encuentra en constante riesgo y los costos para la prevención de desastres aumentan año con año por la recurrencia de los ciclones tropicales.

Los cuantiosos recursos económicos destinados a la recuperación de las zonas devastadas causan grandes desequilibrios presupuestales a las economías sumamente dependientes de la actividad turística, los que se agravan por la contracción de la actividad económica, originando a su vez pérdida de empleos.

Como ejemplo de esta dinámica indeseable podemos citar el fuerte efecto que tuvo el huracán Wilma (2005) para la península de Yucatán, Centroamérica y el Caribe y Florida.

La Agenda 21 para el turismo mexicano

El programa conocido comúnmente como Agenda 21 es una iniciativa encabezada por las Secretarías de Turismo, y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, dependencias del gobierno federal, para propiciar el desarrollo sustentable de la actividad turística. Es decir, es una propuesta para el trabajo conjunto de municipios, estados, federación, empresarios y comunidad, a fin de mejorar las condiciones y la sustentabilidad de los destinos turísticos.

Su objetivo es proponer estrategias y acciones en el corto, mediano y largo plazos para fortalecer la dinámica de los destinos turísticos, trabajar hacia el desarrollo sustentable de la actividad, consolidando el bienestar, preservando el ambiente y la cultura, así como optimizar los beneficios económicos y sociales de las comunidades.

Se orienta a unir esfuerzos y recursos de los ámbitos gubernamental, académico, social y privado, pues su objetivo va directamente ligado a la actividad económica y a la calidad de vida en los destinos.

Entendiendo que el turismo es uno de los instrumentos más efectivos para avanzar hacia el propio desarrollo sustentable en los municipios turísticos, su desarrollo sustentable incluye los beneficios económicos de la actividad, el mejoramiento en el nivel de vida de los habitantes del destino, el equilibrio ecológico de largo plazo y la preservación de la cultura, condiciones necesarias para considerar un destino turístico competitivo.

Opera a través de la gestión local, ya que es el mejor camino para trabajar hacia el desarrollo sustentable, pues nadie conoce mejor los problemas que quienes viven en los destinos.

El primer paso de la Agenda 21 es la aplicación de un sistema de indicadores, instrumento que permite medir y monitorear las condiciones de cada destino; es decir, contar con una fotografía muy fácil de entender por todos los actores.

El resultado del sistema es un diagnóstico, que es una herramienta fundamental en la toma de decisiones, el que refleja la información y las opiniones de los actores locales. El diagnóstico se maneja en cuatro grandes temas: ambiente, entorno socioeconómico, desarrollo urbano y turismo, a partir de los cuales es posible elaborar un plan de acción y establecer prioridades y responsabilidades.

Los avances en la elaboración de los diagnósticos (alrededor de 100 para igual número de destinos turísticos) han permitido contar con un panorama más preciso y ajustado a la realidad de las condiciones en que se encuentran y van ocurriendo tanto la actividad turística en los destinos como las condiciones de vida de sus habitantes y los retos por enfrentar.

En el caso específico de nuestro interés, de manera general en materia ambiental es posible señalar que la atención principal debe centrarse en el manejo de desechos sólidos, el tratamiento y manejo de aguas residuales, y el impulso de programas de educación ambiental.

En el tema del desarrollo urbano, las problemáticas se hacen evidentes en aspectos como el crecimiento de la mancha urbana y el aumento del número de viviendas precarias en las orillas de los destinos, así como la falta de ordenamiento territorial.

En lo relativo al entorno socioeconómico, la presión demográfica y el ambulantaje se han convertido en un problema mayor para algunos destinos. Por otro lado, también destaca la instauración de centros de capacitación, de programas de competitividad y de mejoramiento de las condiciones de los destinos.

Todo lo anterior nos da una visión de los retos que tienen los destinos turísticos de México, que si bien en general han tenido un comportamiento positivo en la actividad, requieren de un trabajo coordinado de todos los actores involucrados, como son los tres niveles de gobierno, los empresarios turísticos, la academia, las organizaciones no gubernamentales y la comunidad, para avanzar no sólo en la competitividad del destino turístico, sino también en su sustentabilidad y el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes.

El cambio climático

El Programa Especial de Cambio Climático 2009-2012 indica que nuestro país ocupa el decimotercer lugar en la escala mundial por sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y que representa el 1.6 por ciento del total de dichas emisiones mundiales. El total de esas emisiones representa un incremento del 40 por ciento con respecto al nivel de 1990.

El incremento de las emisiones de GEI del país ha sido acompañado por un incremento también de la temperatura. Al respecto, las observaciones instrumentales de los últimos 38 años, muestran que la temperatura media anual se ha elevado 0.6°C en promedio para el territorio mexicano.

La ubicación geográfica, la desigualdad social, la falta de infraestructura, entre otros factores, hacen de México un país altamente vulnerable a los efectos del cambio climático. En un escenario de incremento de la temperatura de 2° C se prevé que México experimente impactos de índole ambiental, social y económica estrechamente vinculados. Algunos de esos impactos son:

• Un aumento de 2°C y una disminución del 10 por ciento de la precipitación en el país provocarían que más de la mitad de la superficie del país cambiara sus condiciones de temperatura y lluvia.

• Un 97 por ciento del territorio es susceptible, de grado moderado a alto, a la desertificación y la sequía.

• Incremento en número e intensidad de ciclones tropicales y huracanes.

• El incremento de la vulnerabilidad de las especies que actualmente se encuentran sujetas a alguna categoría de riesgo y de las endémicas ante la fragmentación de su hábitat o la competencia con especies exóticas invasoras. México ocupa el primer lugar del mundo por especies en peligro de extinción.

• La afectación a la infraestructura petrolera, carretera y de transmisión de energía eléctrica.

• El incremento del número de personas en condiciones de pobreza, particularmente alimentaria y de capacidades como consecuencia de la disminución de la producción de alimentos y por el desplazamiento de poblaciones hacia zonas no afectadas por desastres naturales asociados al cambio climático.

• De 99 pesquerías habilitadas en México (que comprenden 636 especies), ya sólo tienen potencial de desarrollo 5 por ciento.

• Las entidades más vulnerables a escasez de agua son: Quintana Roo, Baja California Sur, Baja California, Distrito Federal, Chiapas, Tabasco, Campeche, Jalisco, todos con una elevada participación en el PIB turístico.

• 70 millones de mexicanos son vulnerables al cambio climático.

• El costo de la inacción se estima equivalente al 6 por ciento del PIB.

En lo interno, ha venido cumpliendo con sus compromisos ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y su Protocolo, a través de la elaboración de 4 Comunicaciones Nacionales y se encuentra en marcha la quinta, que se entregará en el 2012.

En adición, ha venido modificando el marco institucional con leyes como la de Desarrollo Rural Sustentable, Ley para el Desarrollo Forestal Sustentable, la de Energías Renovables, y específicamente la iniciativa de Ley General de Cambio Climático, presentada recientemente en la Cámara de Senadores (primera lectura).

Con base en el análisis y valoración de las propuestas, opiniones, sugerencias, observaciones y críticas recibidas, se integró la propuesta que incluye diversas disposiciones en materia de mitigación y adaptación en forma equilibrada; hacer partícipes a los tres órdenes de gobierno para que apliquen las políticas y medidas que les competa; la promoción del desarrollo nacional sustentable basado en una economía de bajas emisiones de carbono; se privilegia la investigación científica y tecnológica en la materia; se ofrecen incentivos para el desarrollo tecnológico nacional y el fomento de nuevos nichos de mercado; y se involucra la participación activa de la sociedad en la formulación de políticas y la toma de decisiones.

La APPCED busca promover medidas parlamentarias para la protección del medioambiente y el desarrollo sustentable.

En la actualidad, este mecanismo parlamentario se conforma por 46 naciones, lo que lo hace uno de los foros multilaterales más grandes del mundo y el más grande de la región en materia de medio ambiente.

Los parlamentarios, unidos por nuestra aspiración de lograr una armonía entre el medio ambiente y el ritmo vertiginoso del cambio en Asia y el Pacífico, acordamos lo siguiente:

1. Promover el conocimiento y la comprensión de las cuestiones que afectan al medio ambiente y el desarrollo entre los parlamentarios de la región de Asia Pacífico.

2. Promover la cooperación entre países desarrollados y en desarrollo en el ámbito del medio ambiente y desarrollo.

3. Fomentar el diálogo entre los parlamentarios y facilitar respuestas firmes, oportunas y efectivas a los desastres del medio ambiente ocasionados por el hombre.

4. Discutir y elaborar soluciones viables a los problemas ambientales comunes.

5. Promover la atención adecuada a la protección del medio ambiente y la ecología, así como a la sustentabilidad a largo plazo del desarrollo de los países.

6. Fomentar el perfeccionamiento de las políticas ambientales, leyes y reglamentos de los países miembros así como proteger el medio ambiente y controlar la contaminación, y

7. Llevar a cabo las investigaciones pertinentes sobre medio ambiente.

Reafirmando nuestra convicción de que la acción sobre el cambio climático es esencial para la protección de la vida humana y que la energía alternativa alentará nuevas industrias y la innovación de las mismas, fomentando así, el crecimiento económico en todo el mundo; resolvemos:

• Promover la investigación y el desarrollo de tecnologías de energía alternativa como una parte vital a favor de la protección del medio ambiente y como un medio de crecimiento económico sostenible.

• Promover la cooperación entre los países de la región de Asia-Pacífico para satisfacer las necesidades de energía y la transferencia de tecnologías de energía alternativa con el fin de permitir que las tecnologías emergentes sean ampliamente distribuidas.

• Asegurar el desarrollo de capacidades de todos los miembros para desarrollar una infraestructura moderna y aprovechar las capacidades únicas y desafíos de cada país para generar, así como utilizar las tecnologías apropiadas de energía alternativa.

• Reconocer las distintas vulnerabilidades que cada nación enfrenta, de manera individual, ante el cambio climático.

• Mejorar la fuerza de trabajo de cada país, asegurando que los programas educativos y de capacitación sean los idóneos para facilitar la mano de obra calificada que requieren los sistemas de energía.

• Prever la necesidad de identificar y fortalecer los mecanismos apropiados institucionales, financieros y jurídicos para garantizar que el desarrollo de energía alternativa sirva como un catalizador para el desarrollo sostenible.

Diputado Mario Alberto di Costanzo Armenta